El Comisionado Nacional de Acuacultura y Pesca, Mario Aguilar Sánchez, estableció un acuerdo con el director ejecutivo del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, Francisco Javier Gómez Díaz, que se ubica en el puerto de La Paz, Baja California Sur, para localizar y en su caso retirar redes abandonadas que pudieran estar perdidas en las aguas marinas del Alto Golfo de California, amenazando la vida de especies pesqueras.

El titular de la CONAPESCA destacó que esta tarea se llevará a cabo con base en la estrategia interinstitucional para el rastreo diseñada conjuntamente con instituciones académicas y de investigación como la Secretaría de Marina, Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR), Universidad Autónoma de Baja California Sur (UABCS) y Centro de Investigaciones Biológicas del Noroeste (CIBNOR), además de Capitanías de Puerto y ONGs de protección al medio ambiente y especies marinas.

La experiencia que ha acumulado el personal del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar al trabajar con las instancias mencionadas, será muy importante pues ello le ha permitido ser parte de la red de atención a varamientos de mamíferos marinos en la entidad desde hace varios años y le ha permitido acumular valiosas experiencias de contenido científico.

La estrategia o plan de trabajo que se está llevando a cabo es la propuesta del gobierno federal a través del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), dependencia que está coordinando el esfuerzo de los equipos de apoyo logístico en tierra y las actividades de “peinado” del área para la localización y extracción de redes en todo el polígono de la Vaquita.

Al respecto, el director ejecutivo del Museo de la Ballena, Francisco Gómez, en entrevista manifestó su satisfacción por el acuerdo de coparticipación para colaborar con el Gobierno Federal mediante el apoyo de CONAPESCA, que con el apoyo del barco ‘Narval’,  “nos permitirá continuar con la labor de la extracción de redes fantasma en el Alto Golfo de California”.

Comentó que Museo de la Ballena ha estado participando en este tipo de actividades desde octubre del año pasado, y “a la fecha ya hemos extraído más de 20 mil metros lineales de redes; ahora gracias al fondo que está destinando Conapesca en apoyo a esta actividad, vamos a seguir sacando más de estas redes, en las cuales se podrían quedar atrapadas vaquitas y otros mamíferos marinos y es de vital importancia para la conservación de las especies”.

Sobre los antecedentes de este proyecto, Francisco Gómez relató que “originalmente iniciamos actividades en apoyo al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, hemos estado en contacto directo con SEMARNAT, con la PROFEPA y con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), pero hemos visto el interés de la CONAPESCA en las reuniones de autoridades en el Alto Golfo de California, y el mismo Comisionado nos ofreció como parte del reconocimiento al trabajo que estamos realizando, darle seguimiento con el respaldo de uno de los fondos de Conapesca”.

Consideró que su equipo de trabajo, en un año de recorridos de rastreo ha avanzado como un tercio y la experiencia muestra que hay algunas zonas con mayor cantidad de redes abandonadas por pescadores furtivos; “estamos seguros que no hay en todo el polígono de la vaquita, aunque en su momento esas redes fueron instaladas donde se tiene detectada la corrida de totoaba, porque este tipo de redes iban dirigidas a la captura de este pez”

Explicó que “las redes ‘fantasmas’ son artes de pesca perdidas, extraviadas, o abandonadas en su momento por los pescadores, y que ahora representan un grave daño a la ecología de la zona. De acuerdo al plan de trabajo interinstitucional que estamos teniendo, se tiene que barrer casi cada centímetro del polígono de protección a la vaquita marina, que son más de 11 mil kilómetros cuadrados de mar, y la idea es rastrear todo para no dejar ningún espacio sin buscar, y poder extraer todo lo que ahí se encuentre”.

Agregó Francisco Gómez que esta tarea en particular es parte de la filosofía, del Museo de la Ballena y Ciencias del Mar, que trabaja en cuatro líneas de acción, la educación, la cultura, la investigación científica y el rescate de mamíferos marinos, -“y es en esta última rama precisamente donde hemos estado recibiendo ya ese apoyo al esfuerzo”, concluyó.