Además, el consumo frecuente de pescados y mariscos, es decir, unas tres veces a la semana, nos asegura una dieta sana, equilibrada y nutritiva, este hábito es fácil de adoptar ya que en México gozamos de enorme cantidad de especies que enriquecen nuestra cocina tradicional con un sinfín de posibilidades.

 

Con respecto a los beneficios que aporta a nuestra salud el consumo de pescados y mariscos, tenemos que:

 

Refuerzan el sistema inmunológico y mejoran la salud cardiovascular, porque los pescados y mariscos son la principal fuente natural de ácidos grasos Omega-3, un tipo de grasa poliinsaturada que el cuerpo no genera de manera natural, pero que gracias a su función antioxidante, son necesarios para reforzar nuestras defensas e influyen en la salud cardiovascular.

 

Asimismo, son un antioxidante natural, pues contienen selenio, un oligoelemento que protege a las células contra el daño producido por los radicales libres.

 

También, mejoran la memoria, por su alto contenido de fósforo, vitaminas A y B12, así como de ácido fólico, nutrientes que favorecen la salud de las neuronas.

 

Hay que mencionar que, para sorprender a la familia con una dieta variada, es importante aprender más sobre las características de cada pescado y otras especies marinas, hacerlos parte del mandado común, prepararlos en casa y beneficiarnos de todos sus nutrientes, para mantener un óptimo estado de salud.

 

Ya sabes… México goza de una gran variedad de especies de pescados y mariscos para satisfacer los gustos más exigentes, por ejemplo: el bagre, utilizado en muchas entidades para recetas tradicionales de la cocina mexicana, como el Caldo Michi de Michoacán o el tamal de bagre de Morelos; el calamar que puede consumirse de muchas formas, entre las que destacan guisarlos en su tinta o hacerlos fritos, acompañados de salsa de tomate.

 

También tenemos, jaibas para prepararlas rellenas, en chilpachole o ceviche; o macarela, jurel, pargo, ostiones, almejas, huachinango, pulpo, atún, bagre, camarón, langosta, lobina, merluza, mero, robalo, sardina, sierra, trucha, charales, etcétera. Como has visto, la variedad de especies es casi tan inmensa como el mismo mar…

 

Por eso, no hay pretexto:

Del estanque o del mar, por salud y sabor ¡Un pescado es lo mejor!