Las aves playeras varían mucho en tamaño, forma y color. Pueden tener picos largos, angostos y delgados, inclinados hacia abajo o hacia arriba. Sus patas se caracterizan por ser largas y delgadas; sus alas, livianas y puntiagudas.
Estas aves miden entre 15 y 58 centímetros y su peso va de los 20 a los 60 gramos, lo que les permite ser muy rápidas. Son capaces de volar grandes distancias y únicamente realizan paradas para alimentarse y descansar, pues deben comer mucho para recuperar el peso y la energía que pierden durante sus largos vuelos.
Generalmente, las aves playeras llegan año con año a los mismos sitios, donde el alimento es abundante. Estos lugares se caracterizan por ser zonas lodosas y pantanosas, playas arenosas, lagos, ríos y lagunas. En nuestro país, la región más importante para las aves playeras es la noroeste, que incluye los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Sonora y Nayarit. Ahí pasan el invierno más de un millón de aves playeras debido a que en la zona se encuentran diversos humedales, lugares en donde se alimentan y descansan para posteriormente continuar con su migración.
Por mencionar algunas, entre las aves playeras tenemos a los chorlos, ostreros, avocetas, monjas, jacanas, alcaravanes y playeritos. Todas ellas enfrentan muchos retos para sobrevivir, como la pérdida de su hábitat, los depredadores (zorros, gatos, gaviotas, mascotas, etc.), los eventos naturales (mal clima, inundaciones, huracanes, etc.) y las acciones del ser humano (contaminación, basura, derrame de aceite, construcción de edificios, etc.).
La conservación de las aves playeras representa un reto mundial y ya se han desarrollado estrategias de conservación internacional, como la Red Hemisférica de Reservas para Aves Playeras, cuya misión es conservar las especies de aves playeras y sus hábitats mediante una red de sitios clave en todo el continente americano.
Seguro leíste todo y aprendiste mucho sobre aves playeras. ¡Vamos a comprobarlo!