Cada 17 de junio la CONANP se une a la celebración del Día Mundial de Lucha Contra la Desertificación y la Sequía, con el fin de concienciar, participar y cooperar en las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos.

La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas, es decir, es la pérdida de suelo fértil y productivo total o parcial. Esta se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobreexplotación y al uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y malas prácticas de riego, afectan negativamente a la productividad del suelo.

“La degradación de la tierra acarrea una reducción de productividad y conlleva problemas socioeconómicos, entre los cuales están el aumento de la inseguridad alimentaria y de las migraciones por la misma causa, entre otras limitaciones al desarrollo y daños al ecosistema. Si la tierra está gravemente dañada, deja de proporcionar una serie de funciones y servicios ecológicos de vital importancia para la sociedad y el desarrollo, y la recuperación de esas tierras degradadas resulta ser muy costosa, SEMARNAT”.

Estos son problemas de dimensión mundial, que afectan a todas las regiones del mundo, principalmente a las personas más pobres, marginadas y sin representación política.

El suelo es de suma importancia, produce alimentos y genera empleo; contribuye a la sostenibilidad, estabilidad y seguridad de las zonas afectadas por la desertificación.

Además, ¿sabías que de toda el agua en la tierra, sólo el 2.5 % es agua dulce?, de ella se puede usar menos del 1% para los ecosistemas y los seres humanos, es decir, que es escasa y afecta particularmente a las zonas de tierras secas.

“Cuidemos nuestro Planeta, es nuestro hogar”.

Estas son algunas iniciativas Internacionales: