El lobo marino de California (Zalophus californianus) es considerada una especie centinela en las Áreas Naturales Protegidas del Mar de Cortés, ya que es indicadora de la salud del ecosistema debido a que vive y se reproduce año con año en los mismos sitios, y es un consumidor tope en la cadena trófica, por lo que es altamente sensible a la calidad del hábitat.

Su monitoreo proporciona información temprana de alteraciones o cambios generados en el ecosistema relacionados con el cambio climático o la contaminación, como la presencia de parches o zonas anóxicas en el océano, que disminuyen la disponibilidad de alimento para la especie, afectando directamente a sus poblaciones.

/cms/uploads/image/file/567936/1.jpg

El monitoreo del lobo marino de California se ha realizado por más de 15 años consecutivos en la Reserva de la Biósfera Zona Marina Bahía de los Ángeles, Canal de Ballenas y de Salsipuedes, el Área de Protección de Flora y Fauna Islas del Golfo de California (Baja California) y el Parque Nacional Zona Marina Archipiélago de San Lorenzo. Con la información obtenida se ha generado una base de datos sólida, que ha permitido analizar y formar correlaciones para la toma de decisiones de manejo adaptativo en las áreas naturales protegidas del Mar de Cortés.

/cms/uploads/image/file/567937/IMG_2053.jpg

/cms/uploads/image/file/567938/IMG_2016.jpg

Esta información ha mostrado la disminución y el aumento de algunas de las colonias a través del  tiempo, sin embargo, la tendencia de la población de las loberas estudiadas va a la baja, lo que se le atribuye principalmente a la pesca industrial, ya que esta especie consume casi exclusivamente especies de importancia comercial.

En el marco del proyecto Resiliencia, se ha brindado apoyo técnico de campo para  el monitoreo del lobo marino de California en seis loberas de reproducción en la región de las grandes islas, con el fin de hacer un censo de la población. Las loberas estudiadas fueron Rasito, Partido, Cantiles, Granito, Los Machos y Coloradito.

/cms/uploads/image/file/567940/Mapa.jpg

En el monitoreo se capturaron algunas crías de lobo marino para tomar datos de peso, tamaño, sexo, muestra de vibrisa, sangre e hisopo anal, temperatura, frecuencia respiratoria y cardiaca. Además se buscaron en los individuos marcas, lesiones, parásitos o anomalías. También se realizaron estudios bacteriológicos que resultaron negativos.

En el 2019 se registró un total de 4,627 individuos, cifra que muestra un aumento poblacional del 11.17%. Sin embargo, se percibe una disminución de 88 crías en comparación con el registro de 2018, representando una pérdida del 9.6%.

/cms/uploads/image/file/567947/IMG_2052.jpg

Estas acciones de monitoreo abonan a la implementación del Programa de Adaptación al Cambio Climático (PACC) para la Región de las Grandes Islas del Golfo de California, como parte de la Estrategia de Articulación de la ciencia para la toma de Decisiones, debido al importante papel de los lobos marinos en el equilibrio del ecosistema. Los PACC buscan identificar, sustentar y guiar la implementación de medidas de adaptación para reducir la vulnerabilidad de los socioecosistemas  y lograr una articulación con actores clave.

/cms/uploads/image/file/567948/Resiliencia.jpg

El monitoreo biológico, asociado al monitoreo meteorológico, aporta información para entender los efectos del cambio climático en el ecosistemas, como por ejemplo cambios en la distribución de las especies y en sus patrones de reproducción, por lo que dar continuidad a esta iniciativa, permitirá que la Conanp cuente con los elementos para robustecer la toma de decisiones de manejo, en un contexto de cambio climático.

#ConservarParaVivir