Los cocodrilos están presentes en la tierra desde hace más de 240 millones de años y son uno de los reptiles más grandes que podemos encontrar en el planeta. 

Su cuerpo aún conserva un aspecto prehistórico: la piel de su vientre es suave, mientras que la parte superior de su cuerpo es extremadamente dura con protuberancias óseas que desempeñan la función de armadura. Sus patas son muy cortas por lo que al caminar su cuerpo roza el suelo, sin embargo, los fuertes músculos de su cola mejoran su desplazamiento.

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Una de las partes más llamativas de este carismático reptil es su hocico alargado. Al ser una especie carnívora, cuenta con 24 afilados dientes en forma de cono, los cuales son reemplazados entre 2 y 3 veces a lo largo de su vida. A pesar de tener dientes, los cocodrilos tragan su alimento sin masticarlo.

Los cocodrilos tienen pulmones de gran tamaño y un mecanismo en la garganta que les permite respirar dentro del agua. Gracias a estas características, si se mantienen quietos, pueden estar sumergidos de 6 horas hasta 2 días. Es común ver cocodrilos a las orillas de los ríos con la mandíbula abierta, esto lo hacen para calentarse durante las horas frías del día, o bien, para refrescarse en momentos calurosos.

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Hoy en día, la principal amenaza de los cocodrilos es la cacería indiscriminada debido a su piel, la contaminación y la pérdida de su hábitat. No debemos olvidar que esta especie cumple un importante papel en el equilibrio de los ecosistemas, pues contribuye a regular a otras poblaciones de animales y el ciclo de transformación de nutrientes. En México existen tres especies: cocodrilo de río, cocodrilo de pantano y caimán.

Ahora que conoces a los cocodrilos, ¡vamos a jugar!