En el 2012, la Reserva de la Biosfera Sierra Gorda presentó una declaratoria de emergencia sanitaria forestal, debido a la presencia extraordinaria de escarabajos descortezadores, los cuales estaban degradando fuertemente los bosques templados de la región. Para ese año, se habían reportado cerca de 3,881 ha afectadas en la reserva y el tema de sanidad forestal había tomado importancia a nivel nacional. Esto debido en gran parte a las sequías excepcionales del 2011 y 2012, que favorecieron la aparición de plagas en los bosques templados de todo el país.
En atención a esta problemática, el Programa de Adaptación al Cambio Climático de la Región Central de la Sierra Madre Oriental estableció medidas de adaptación, mitigación y monitoreo, que incluyen el manejo sustentable de recursos naturales, la conservación y la restauración de ecosistemas, la diversificación de actividades productivas, el fomento a la organización y cohesión social, así como el desarrollo de capacidades para la prevención y el combate de plagas. Esto como parte de un enfoque general de adaptación, que considera beneficios sociales, económicos y culturales para las comunidades locales.
En 2013 se emprendieron acciones para atender la situación de sanidad forestal en la Sierra Gorda, en las que el objetivo central fue sentar las bases para lograr el control efectivo de las principales plagas, contribuyendo a disminuir la afectación de los bosques en esta área natural protegida y sus alrededores. La CONANP llevó a cabo estas actividades como parte del proyecto “Cambio Climático y Gestión de Áreas Naturales Protegidas”, con el apoyo de la Cooperación Alemana al Desarrollo (GIZ).