La juventud mexicana enfrenta cotidianamente dificultades para conseguir un trabajo o un lugar para continuar sus estudios, porque uno de los grandes males de la nación es la carencia de oportunidades.

Esto se refleja en las cifras de la OCDE, donde México se encuentra entre los países con mayor proporción de jóvenes que no trabajan, no estudian y no reciben capacitación (22 por ciento, donde la media es 15 por ciento).

Es por eso que el Gobierno Federal, a través de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, puso en marcha programas de capacitación laboral para jóvenes, que parten de la premisa de que la adquisición de habilidades clave incrementa la probabilidad de que obtengan un trabajo estable.

*Consulta el artículo completo en la Revista Mundo del Trabajo No. 147