Actualmente varios países emergentes enfrentan restricciones de ingresos y un crecimiento limitado, en este contexto la OIT ha realizado un estudio muy importante sobre las experiencias que han tenido estas naciones sobre el tema y muestran los resultados positivos que han tenido algunos en el equilibrio de los objetivos fiscales y de empleo.

Es de destacar que la OIT señala determinadas características que tienen estos países, como: los precios reducidos de las materias primas en todo el mundo y las recesiones económicas que han sufrido las principales economías emergentes, que dieron paso a nuevas políticas públicas y cambios legislativos que han permitido la consolidación fiscal.

El estudio revela que en los países desarrollados que han aplicado políticas de austeridad, como consecuencia de la crisis financiera y económica mundial que se vivió en 2008, han resultado contraproducentes de manera general, pues no solo han afectado el sostenimiento de su deuda interna, sino que también han reducido el crecimiento del empleo de varias formas en cada uno de esos países.

Consulta el artículo completo en la Revista Mundo del Trabajo No. 139