Por Rafael Diep

Para todos es evidente que las nuevas tecnologías avanzan a pasos a acelerados, y que los servicios financieros cada vez se utilizan más. Sin embargo, el hecho de que los usuarios no sepamos manejar estas nuevas herramientas, nos expone a ser víctimas de fraudes.

En necesario saber que los fraudes financieros no son nada nuevo, desde siempre han existido vivales que pretenden llevarse nuestro dinero, con el menor esfuerzo; pero con el tiempo la forma de defraudarnos ha cambiado.

La CONDUSEF señala que hace cerca de 40 años, los delincuentes trabajaban de manera individual, y escogían a su posible víctima; pero actualmente existen redes del crimen, liderados por expertos en nuevas tecnologías, y que atacan a todo el sistema financiero. Con lo que atacan tanto a consumidores, como a entidades financieras, y en general la sociedad.

Es indispensable que tengamos presente que, desafortunadamente, la mayoría de los fraudes son ocasionados por descuidos de nosotros mismos, de ahí la importancia de estar informados sobre las medidas para la protección de nuestros datos personales y financieros; independientemente de las acciones que las propias Instituciones Financieras están obligadas a realizar en materia de seguridad, conforme a las disposiciones normativas y el avance tecnológico.

*Consulta el artículo completo en la Revista Mundo del Trabajo No. 131