Por Sonia Salgado Vargas, Directora General de Educación y Organización de Consumidores, de PROFECO

El comercio electrónico o las compras por Internet o en línea, como se les ha llamado, han transformado el mercado. Ahora la población consumidora con un dispositivo conectado y un método de pago pueden comprar cualquier cosa, desde música; transporte, libros; o comprar entradas para eventos.

En México, esta actividad ha crecido más de 400 por ciento en los últimos seis años, lo que ha permitido posicionar a nuestro país como uno de los principales mercados en Latinoamérica.

Esta nueva forma de comercializar ha abierto una gran variedad de opciones para la población consumidora y una mayor comodidad en un nivel nunca antes visto. Sin embargo, dado que estas transacciones ocurren a menudo a través de las fronteras, involucran compañías en línea sin tiendas físicas y casi cualquiera puede crear un sitio web y establecer una tienda en línea, por ello existen problemas y desafíos para la población consumidora que a diferencia de las compras tradicionales no enfrentaríamos. Sin embargo, es importante que ciberconsumidoras y ciberconsumidores conozcamos nuestros derechos al momento de realizar un acto de consumo, los hagamos valer y tomemos precauciones para evitar ser víctimas de prácticas comerciales fraudulentas.

*Consulta el artículo completo en la Revista Mundo del Trabajo No. 138