Buenas tardes a todos.

Con su permiso Señor Presidente.

Saludo con mucho gusto al Presidente del Comisariado Ejidal de Petcacab y Polinkin, Rogelio Balam Alfaro; al Presidente del World Wildlife Fund, a Carter Roberts; al Señor Gobernador de Chiapas, de Oaxaca, al Señor Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y compañeros que nos acompañan en el presídium, señoras y señores, compañeros de Semarnat, medios de comunicación, muy buenas tardes a todos el día de hoy que nos honran con su presencia.

Hablar del medio ambiente implica también hablar del agua, y hablar del agua es reafirmar la asociación única y transversal con el medio ambiente, que no puede romperse, al ser los bosques las fábricas del agua. En esto está implícito el ciclo del agua, vemos su nacimiento, su evolución y, por supuesto, su preservación. 

Es por ello que la relación entre Semarnat y Conagua no puede ser otra sino de un buen equipo, de un sólo frente común, cuyo único objetivo es darle a la sociedad mexicana un medio ambiente sano, un medio ambiente que perdure y un medio ambiente que fabrique agua.

Yo, hoy, quiero reconocer a todo el equipo de la Semarnat, porque trabajamos como un solo equipo, muchas gracias a todos por todo su esfuerzo. Y a ti, Rafa, sobre todo tu amistad y toda la directriz que nos has dado en la Semarnat, muchas gracias.

Este trabajo se vuelve complejo en esta época en la que nos encontramos, donde muchos creen saber lo que necesita este país y les resulta fácil prometer sin conocimiento y sin ningún sustento.

Por eso, en el Gobierno de la República continuamos trabajando para tomar las mejores decisiones, ya que no se puede dejar de ver lo que la sociedad demanda y también nos exige, pero también teniendo claro que la mejor alternativa de solución se sustenta en base a estudios y análisis técnicos.

Trabajar en la Comisión Nacional del Agua implica entender el esfuerzo que hace cada uno de los agricultores en este país, para que cada uno de nosotros podamos tener alimento en nuestras mesas.

Implica entender que aún existen personas en pobreza extrema que viven en zonas dispersas y de difícil acceso que no cuentan con los servicios del agua, y que algunas de ellas, inclusive, nunca lo han tenido. Implica entender que las ciudades siguen creciendo y, por ello, demandan mayores cantidades de agua. Implica entender, que una economía no crece sin agua pero, sobre todo, implica entender que el que hoy haya llovido no significa que lloverá mañana.

Para ello, se tuvo que cambiar la forma en que venía trabajando esta Comisión, ya que se había convertido en una gran constructora de obra, en vez de realizar su verdadera vocación: la de ser un órgano rector que fija las directrices y políticas públicas en materia de agua.

Hoy entendemos que administrar el agua no significa entregar concesiones, hoy administrar el agua es saber cuánto llovió ayer, cuanto tenemos almacenado en nuestros cuerpos de agua y cuanto tenemos que entregar de agua el día de mañana.

Esto nos ha abierto una perspectiva para entender y realizar las mejores soluciones para que nuestro país conserve el vital líquido.

Sabedores del invaluable patrimonio que es el agua y de la gran responsabilidad de cuidarla, hoy me atrevo a decir que hemos tomado la decisión más importante en materia de agua en esta administración, Señor Presidente, y muy probablemente de los últimos 15 años. Analizamos, estudiamos y dictaminamos que para que las siguientes generaciones tengan agua era necesario tener las reservas de agua.

Acciones que implementamos justo a tiempo, para asegurar nuestro presente y nuestro futuro, pues somos testigos de lo que ha ocurrido en otros países donde estas acciones han sido tardías, y los gobiernos han tenido que tomar medidas drásticas como el sólo dotar de 10 litros de agua por persona al día.

Nuestro Programa Nacional de Reservas de Agua, consiste en tener volúmenes hídricos para el abastecimiento de la población para sus necesidades diarias y para nuestras fábricas de agua, la preservación del medio ambiente. 

La meta que nos trazamos al principio de esta administración fue decretar la reserva en un total de 189 cuencas, con lo que adicionalmente aumenta la resiliencia del país ante los efectos del cambio climático y el crecimiento poblacional, así como prevenir un déficit en materia de agua.

Iniciamos con la publicación de tres decretos para 21 cuencas en septiembre de 2014, en el mismo mes en 2016 y en marzo de 2018, y hoy, en unos momentos más Señor Presidente, gracias a la importancia que siempre le ha dado al tema del agua, firmará 10 decretos más, que integran un total de 274 cuencas que abarcan 20 estados de la República.

Con ello, lograremos en esas regiones reservar volúmenes de agua suficiente para mantener el desarrollo de los ecosistemas y el abastecimiento de las necesidades básicas para las siguientes generaciones durante los próximos 50 años. 

Señor Presidente, hoy con la suma de estos decretos, se habrá superado la ruta trazada de 189 a un total de 295 cuencas. Esto indica que solamente su administración supera en esta materia, a la suma de todas las administraciones anteriores en toda la historia de nuestro país.

Quisiera destacar una de las que hoy se está aquí decretando, me refiero a la cuenca hidrológica Grijalva– Usumacinta, la más caudalosa de México.

Con esta acción que se firmará el día de hoy, se conservará la vocación ambiental al reservar el 93 por ciento de los escurrimientos superficiales por los próximos cincuenta años.

Hoy, Señor Presidente, está dejando un legado sin precedentes, al ser el Presidente que más haya protegido a la Selva Lacandona, la cual todos los mexicanos conocemos y reconocemos, es nuestro patrimonio, es el principal pulmón de México y sin duda, nuestra principal fábrica de agua.

Con estos decretos nuestro país tendrá un volumen de reserva de agua para uso ambiental y público urbano de 170 mil 379 millones de metros cúbicos, lo que significa, garantizar el agua suficiente para más de 18 millones de mexicanos que aún no han nacido.

Pero también, significa conservar la conectividad hidrológica entre las cuencas de cada una de las regiones asegurando el flujo del agua que sostiene a más de 20 mil especies de nuestra flora y de nuestra fauna.

Señor Presidente, señoras y señores.

Hoy, gobernar nuestro país es tomar decisiones difíciles en beneficio de la mayoría pero sin afectar a las minorías. Hoy, para gobernar nuestro país se necesita estar preparados para hacer frente a los embates del exterior. Hoy, para gobernar nuestro país es pensar que nuestros hijos requieren de una mejor preparación, que solamente se da con una buena educación.

Hay un proverbio de un país asiático que reza: la tierra no es una herencia de nuestros padres, sino un préstamo de nuestros hijos.

Hoy, gobernar nuestro país es entender que lo que tenemos es en préstamo por nuestros hijos, y yo, para mis hijos no puedo tener algo más que un país mejor, un país mejor que el que ellos me dieron. Cuidemos nuestra tierra, cuidemos nuestra agua pero, sobre todo, cuidemos el México de nuestros hijos.

Muchas gracias.