A primera vista la vestimenta típica wixárika transmite una idea de la comunidad y sus tradiciones, pero es su lengua la que refleja su identidad.

Raquel Beltrán Lara, enlace de Promotoría en Colotlán, Jalisco lleva cuatro años en la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

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Desde 2014 interactúa con población originaria de la zona norte del estado y realiza talleres de capacitación sobre cultura forestal para niños y jóvenes wixárikas, de las comunidades de San Sebastián Teponahuaxtlán y su Anexo Tuxpan de Bolaños, en los municipios de Mezquitic y Bolaños, San Andrés Cohamiata en el municipio de Mezquitic y en la comunidad indígena tepehuana de Tepizoac, Chimaltitán.

Raquel imparte pláticas sobre el cuidado de los bosques, apoyos a beneficiarios de los programas de la CONAFOR y acciones de prevención de incendios forestales en la región.

Al final de las charlas realizan una práctica de campo en la que los niños plantan árboles en su comunidad y se organizan para cuidarlos y regarlos.

El reto de la comunicación

En cuatro años, Raquel ha aprendido sobre el comportamiento y las costumbres de los wixárikas, sabe que para entrar a una  comunidad indígena lo primero es contar con la autorización de las autoridades agrarias, tradicionales o la autoridad local.

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Los estudiantes de secundaria y preparatoria de las comunidades hablan su lengua materna y español, las escuelas llevan el título de interculturales bilingües; en el caso del nivel primaria, Raquel  necesita del apoyo de profesores traductores, que son originarios de la comunidad y su lengua materna es wixárika, para hacer la traducción a los pequeños que no logran entender el español.

“Trato de emplear un lenguaje sencillo y jamás utilizo palabras técnicas, si los niños no comprenden alguna palabra, se intenta traducirla a su lengua o me apoyo de imágenes sencillas y ejemplos de su comunidad  para lograr que entiendan el mensaje”, comentó Raquel.

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A pesar de no ser de origen indígena, Raquel comprende la importancia de la lengua wixárika en el estado y en el país.

“Creo que la clave es ponerse del otro lado de la moneda para entenderlos, comunicarse con ellos no se trata de despojarlos de su lengua  y su costumbres, el reto es para nosotros, encontrar la manera de acercar la información y los apoyos, brindarles confianza en todo momento”, señaló la promotora de la CONAFOR.

Patrimonio lingüístico

En la zona norte de Jalisco hay seis comunidades indígenas, de las cuales tres son pueblos originarios que conservan costumbres, tradiciones, formas y estilos de vida propios, vestuario y prioritariamente su lengua.

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Siempre que se trabaja con niños pequeños se pide a la comunidad, a la Comisión Estatal Indígena, o a los líderes comunitarios el apoyo para la traducción con el fin de que los pequeños y las personas mayores que no hablan español entiendan el mensaje.

En la CONAFOR, se tiene el cuidado de difundir materiales informativos y anuncios sobre prevención de incendios forestales en lengua wixárika, todo con el fin de contribuir a la conservación de esta lengua entre los niños y jóvenes.

Este 21 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lengua Materna, para reflexionar sobre la importancia del patrimonio lingüístico del mundo y la necesidad de transmitirlo a las futuras generaciones.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI), en México existen 7.4 millones de personas cuya lengua materna no es el español.