Quintana Roo cuenta con diferentes tipos de ecosistemas, la mayoría de ellos son sensibles al fuego, como las selvas y manglares.

Para protegerlos de los incendios forestales, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) cuenta con 137 combatientes en la entidad, hombres y mujeres que con entrega y dedicación se enfrentan al fuego por los recursos naturales.

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Los combatientes oficiales de la CONAFOR se dividen estratégicamente en ocho campamentos permanentes en Chetumal, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto, Tulum, Playa del Carmen, Cancún, Valladolid Nuevo y  Kantunilkín, así como un campamento temporal que se ubica en el ejido Ramonal, municipio de Othón P. Blanco.

El mayor número de incendios forestales en el sur del país se concentra en los primeros seis meses del año, por eso al concluir la temporada, los combatientes se dedican a otras actividades que fortalecen su desempeño en el manejo del fuego.

En el campamento de Chetumal se pasa lista todos los días a las siete de la mañana, el día comienza con actividad física, ya sea con un partido de futbol o voleibol, una carrera o alguna rutina en el gimnasio que los combatientes habilitaron.

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Después se turnan para la limpieza en las instalaciones: dormitorios, cocina, bodega, áreas verdes, y apoyan en el mantenimiento de vehículos, pulen sus herramientas manuales y equipo menor especializado como bombas portátiles y motosierras.

Estas tareas sirven para mantener en óptimas condiciones sus espacios y equipos, así cuando se reporta algún incidente o actividad, están preparados para atenderlo de manera oportuna y eficiente.

En el ejido Ramonal, la brigada Cerro del Pavo se estableció para atender la zona limítrofe con el estado de Campeche, la zona cañera y los ejidos con mayor reserva forestal de Quintana Roo.

El campamento fue levantado por los combatientes, entre todos realizaron los trabajos de albañilería, plomería y carpintería, construyeron palapas, cocina, baño, bodega, mesas, sillas y todo lo necesario para su lugar de trabajo.

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Este espacio se encuentra rodeado de naturaleza, se pueden observar algunas aves y fauna silvestre local, en las zonas aledañas realizan brechas cortafuego para evitar que algún incendio o quema prescrita se propague.

Fuera de temporada

Las brigadas oficiales de la CONAFOR tienen un programa anual de trabajo que establece las metas y acciones que realizarán en el transcurso del año, la prevención es una de las más importantes, puede ser física, legal o cultural.

La prevención física abarca las brechas corta fuego, líneas negras, quemas controladas y quemas prescritas.

La legal se refiere a las pláticas y actividades de extensionismo relacionadas con la NOM-015/2007/SEMARNAT-SAGARPA, que establece las especificaciones técnicas para que los dueños y poseedores de terrenos forestales usen el fuego.

La prevención cultural se limita a charlas, talleres y cursos que se imparten en escuelas o en distintas instancias, entrega de volantes o material divulgativo sobre la importancia de la protección de los ecosistemas forestales.

Cada una de las acciones de prevención se realiza antes, durante y después de la temporada de incendios.

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Los combatientes apoyan en las jornadas de reforestación que organiza la CONAFOR o en jornadas sociales que se llevan a cabo en las escuelas o parques urbanos, ya sea en la logística de los eventos o enseñando a los participantes a plantar árboles.

En actividades de cultura forestal acompañan a Savi La Ardilla, mascota oficial de la CONAFOR, a impartir charlas con estudiantes de  todos los niveles educativos y realizan presentaciones de la herramienta que se utiliza para el combate de incendios y el equipo de protección personal para hacer su trabajo con seguridad.

Debido a la experiencia del personal, apoyan en la instrucción de cursos básicos a brigadas rurales e instituciones como Protección Civil y la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), así como en cursos especializados dentro y fuera de la República Mexicana, coordinados por el Centro Regional de Manejo del Fuego Sureste.

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Los combatientes también participan en atención a la población civil por desastres naturales como huracanes e inundaciones, ya sea en limpieza de calles o podando árboles y retirando troncos caídos para permitir los accesos y en transporte de víveres. 

Más que atacar directamente al fuego, los combatientes de incendios forestales realizan acciones de prevención, así como tareas de reforestación y restauración en zonas aledañas a sus campamentos.​