Un paraíso conformado por bosques, cañaverales y ríos azul turquesa distinguen al ejido El Sabinito, ubicado en el municipio El Naranjo en San Luis Potosí.

/cms/uploads/image/file/409202/34558774_1974398525934712_6757857193141207040_o.jpg

Sus habitantes saben que proteger las 3 mil 150 hectáreas que integran el ejido asegurará la subsistencia de este ecosistema, por lo que emprendieron diversos proyectos de conservación y han sido un ejemplo para toda la comunidad.

Una de las principales acciones que ha realizado la brigada conformada por 10 habitantes del Sabinito, es la de erradicar en quienes practican el cultivo de la caña, tirar  los desechos plásticos provenientes de esta actividad en los cañaverales.

"El oxígeno que nos dan estos lugares y mantener todo esto verde, es nuestra vida. Contribuimos con el ejemplo y es lo que le estamos dejando a nuestras familias y a las futuras generaciones", compartió Noé Reyes Barrón, líder de la brigada comunitaria.

/cms/uploads/image/file/409190/34447238_1974398975934667_3609650245392138240_o.jpg

Debido a que el cultivo de la caña es la principal ocupación económica del ejido y del municipio, cotidianamente los envases y costales de los que se desprenden insecticidas, pesticidas, herbicidas, fertilizantes, enraizadores y plaguicidas eran arrojados en los arroyos.

Algunos se acumulaban en las orillas, mientras que otros tenían como destino final el bosque.

La colocación de un contenedor, que actualmente funciona como un centro de acopio de envases de agroquímicos, ha propiciado un cambio de mentalidad entre la comunidad que también acostumbraba a quemar en los cañaverales la basura acumulada.

"Desde siempre en la comunidad se pensaba erróneamente que los desechos se van a quemar en la caña, pero solo se aplastan y se quedan ahí amontonados creando un punto fuerte de contaminación", comentó Miguel Ángel Barrón González, miembro de la brigada.

Conscientes de que los plásticos pueden tardar cientos de años en degradarse y que los químicos que llegan a sus ríos pueden causar la muerte de la fauna que se alimenta y bebe agua de estos, la brigada instaló el contenedor en marzo de 2017.

/cms/uploads/image/file/409205/34592973_1974398375934727_836263272498855936_o.jpg

Construido en un camino cercano a los cañaverales con tubos y malla ciclónica, el contenedor mide dos metros de alto y tiene un volumen de 15.98 metros cuadrados.

Luego de su instalación, la brigada comenzó una campaña informativa entre los campesinos, para hacerles saber la importancia de tirar sus desechos en el contenedor y evitar la contaminación en sus bosques, ríos y cañaverales.

Actualmente, la presencia de este contenedor no sólo ha logrado cambiar los hábitos de los agricultores, también lo utilizan los habitantes de la comunidad para dejar el plástico que se genera en sus hogares, así como desechos de los visitantes a las zonas turísticas.

"A pesar de que  fue puesto para los envases de los agroquímicos y aunque originalmente no es para los desechos de las casas, si es mejor que lo dejen aquí, a que lo avienten al bosque o al rio, nosotros lo separamos y lo llevamos a otro centro de acopio”comentó Miguel Ángel Barrón.

Después de que el contenedor se llena en un período aproximado de tres meses, tiempo que dura la época del cultivo de caña, la brigada lleva la basura a una empresa de reciclaje ubicada en la localidad de Tambaca en el municipio de Tamasopo.

/cms/uploads/image/file/409209/34509129_1974398259268072_7478782245642174464_o.jpg

La brigada ha reforzado la cultura de evitar tirar basura, al recoger la poca que se pudiera acumular en las zonas turísticas como las cascadas, apoyados por estudiantes de las escuelas aledañas a quienes recompensan con alimentos.

A ocho años de que se formó la brigada, los integrantes se sienten orgullosos de las acciones que han logrado y de que la comunidad haya aceptado los cambios de manera favorable. 

Hoy conmemoramos el Día Mundial del Medio Ambiente como una oportunidad de reflexionar sobre el impacto de nuestras acciones en el planeta, cada esfuerzo es importante.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene como lema de este año: Un planeta sin contaminación por plásticos, el objetivo es cambiar nuestros hábitos y buscar alternativas naturales o menos nocivas a productos desechables que terminan en los océanos y destruyen los ecosistemas.