De acuerdo con la más reciente Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la FAO (2020), el área total de los bosques del mundo es de aproximadamente 4.06 billones de hectáreas. Estos bosques representan uno de los principales sumideros de carbono por su capacidad natural de absorber el dióxido de carbono de la atmósfera mediante la fotosíntesis y almacenarlo en sus estructuras físicas (tronco, raíces, ramas y hojas) y posteriormente en el suelo; a este proceso se le conoce como secuestro de carbono.
Datos del Inventario Nacional Forestal y de Suelos (INFyS) de México, indican que 138.7 millones de hectáreas (ha) están cubiertas por algún tipo de vegetación forestal, superficie que corresponde al 70.6 por ciento del territorio mexicano, y al igual que en otros países, la promoción de prácticas de conservación, restauración y manejo sustentable en áreas forestales son de vital importancia para combatir el cambio climático mediante la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el secuestro de carbono.
El secuestro de carbono en los bosques, selvas y otros ecosistemas forestales se calcula estimando la cantidad de dióxido de carbono (CO2) que los árboles, arbustos y otras plantas absorben de la atmósfera a través de la fotosíntesis y que se almacena en la biomasa y el suelo del bosque.
Es importante tener en cuenta que éste es un proceso complejo y que los cálculos pueden variar dependiendo de la metodología utilizada, la disponibilidad de la información a distintos niveles de detalle geográfico y las características específicas de los ecosistemas forestales y la vegetación que los compone.
En términos simples, se puede estimar la cantidad total de carbono secuestrado en los ecosistemas forestales multiplicando la cantidad de carbono, por unidad de superficie [por hectárea], que se encuentra almacenado en éstos, tanto en la biomasa aérea y subterránea como en el suelo, por la superficie que ocupa cada ecosistema forestal.
Si bien, la cantidad de carbono que pueden secuestrar los ecosistemas forestales varía dependiendo de varios factores, como son el tipo de vegetación forestal, su edad y las prácticas de manejo forestal a las que está sometido, se estima que las zonas forestales de México son capaces de capturar 188.3 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) anualmente, de acuerdo con el más reciente Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero de México, publicado en 2021. En términos generales, los ecosistemas forestales son capaces de secuestrar el equivalente al 25 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero de nuestro país cada año.
Conocer la cantidad de carbono que secuestran los bosques y otros ecosistemas forestales es un tema de relevancia mundial y nacional pues estos datos contribuyen a la formulación de estrategias y medidas de mitigación del cambio climático
Comunidades indígenas y su rol en el secuestro de carbono
De acuerdo con Boege (2009), las comunidades y pueblos indígenas habitan el 14.3 por ciento del territorio nacional donde es posible encontrar los tipos de vegetación forestal más importantes, así como regiones terrestres prioritarias para la conservación de la diversidad biológica del país.
Dado que los territorios en donde habitan las comunidades y pueblos indígenas contienen una enorme biodiversidad, los vuelve portadores de un conocimiento milenario sobre plantas, animales, agua y clima (CONANP, 2021) y, por ende, actores fundamentales para la conservación de la enorme riqueza cultural y natural de nuestro país (CCMSS, 2017). Esta vinculación entre la identidad e interdependencia de las comunidades y pueblos indígenas con los bosques y selvas de este país resulta ser sumamente importante para mantener e incrementar el secuestro de carbono.
Por lo anterior, la pluriculturalidad y el manejo tradicional de los recursos forestales deben de ser considerados, reconocidos, respetados y atendidos de manera pertinente en todo momento y, con apego a los sistemas normativos indígenas, sobre todo en el diseño e implementación de estas estrategias y medidas de mitigación del cambio climático, de manera que impacten positivamente en la calidad de vida y en los recursos naturales del entorno en el que habitan las comunidades y pueblos indígenas con base en su visión de bienestar comunitario y perspectiva a futuro.
Referencias:
Boege, 2009. El reto de la conservación de la biodiversidad en los territorios de los pueblos indígenas, en Capital natural de México, vol. II: Estado de conservación y tendencias de cambio. Conabio, México, pp. 603-649.
CCMSS (2017). Las comunidades indígenas, custodias de los bosques y la biodiversidad. Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sustentable, S. A. de C.V. Revisado el 27 de julio de 2021 en: https://www.ccmss.org.mx/las-comunidades-indigenas-custodias-los-bosques-la-biodiversidad/
CONANP (2021). Los pueblos indígenas en las Áreas Naturales Protegidas. Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas. Revisado el 27 de julio de 2021 en: https://www.gob.mx/conanp/es/articulos/los-pueblos-indigenas-en-las-areas-naturales-protegidas?idiom=es
Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales (FRA) 2020. Resultados principales. https://www.fao.org/3/ca8753es/ca8753es.pdf
Principales indicadores del sector forestal https://databosques.cnf.gob.mx/inicio/
Secuestro de Carbono en bosques, su papel en el ciclo global https://www.fao.org/3/y4435s/y4435s09.htm