En México hay oasis. Se encuentran en la Península de Baja California y algunos en Sonora.

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Son ecosistemas, cuya característica se aprecia mayormente desde el aire, pues entre el amplio paisaje árido y de colores ocres sobresalen estos manchones verdes con una vegetación muy distinta a los cactus, matorrales o mezquites que se observan en el gran desierto sonorense.

Son un paraíso para la fauna y flora del lugar. Estos acuíferos con agua dulce mantienen a una gran variedad de especies animales que los usan como abrevaderos, sitios de alimentación o reproducción, en tanto que su alrededor crecen palmas, carrizos y algunas plantas comunes de los pantanos, también guardan especies endémicas y relictos que es vegetación que se ha mantenido intacta al pasar de las eras geológicas.

En Baja California Sur se estima que existen alrededor de 80 oasis, pequeños en su mayoría, pero indispensables para la sobrevivencia de las comunidades que los habitan, como es el caso del ejido Comondú.

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Este ejido posee una superficie de 74,418 hectáreas y en los últimos años han trabajado para restaurar y conservar los oasis que tienen, ya que igual que el resto de los ecosistemas en el mundo, tienen una presión constante que pone en riesgo la pérdida de la biodiversidad que guardan en ellos.

Para los habitantes del lugar es vital esta conservación, ya que en un sitio tan árido, donde la agricultura y ganadería no se desarrolla igual que en otras partes del país, deben aprovechar otro tipo de materias primas que les permita elaborar y vender artesanías, construir sus casas, cercos y otras cosas con algo que no sea madera y como opción usan la palma.

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Pero a diferencia de otras comunidades, este ejido ha comprendido bien que deben hacerlo con el mínimo impacto ambiental para una máxima contribución al desarrollo social y económico.

De ahí que han hecho las cosas de forma legal y sustentable. De esta manera tramitaron y mantienen un permiso para hacer aprovechamiento de la hoja de palma de la especie Washingtonia robusta, una actividad que además de generarle ingresos, conserva el ecosistema ya que reduce la cantidad de vegetación que al secarse funciona como combustible y ante la más mínima chispa en un lugar tan seco puede terminar en un incendio forestal con altas posibilidades de expandirse rápidamente.

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Esto es solo un ejemplo, pues el ejido Comondú tiene una larga lista de acciones que han hecho a través de diversos programas con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y el programa estatal “Economía Rural”: Pueblos de Encanto Sudcalifornianos”. Han desarrollado estrategias que le han permitido conservar y restaurar su oasis, bajo un esquema integral y de planeación participativa incluyente. 

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Entre los temas y acciones que han tratado están:

  • Protección y conservación de los ecosistemas de humedal (Oasis) y su biodiversidad
  • Desarrollo de actividades de prevención y combate de incendios forestales
  • Programa de capacitación con estándares internacionales en busca del manejo del fuego en zonas de interfase urbano forestal
  • Actividades productivas redituables acorde con la aptitud del suelo
  • Aumentar la calidad de vida de la población que habita en los oasis bajo estudio
  • Generación de fuentes de empleos permanentes que mejores los ingresos de los habitantes de los oasis.
  • Fortalecimiento de la organización social
  • Mitigación y prevención de impactos ambientales, como los generados por la contaminación de residuos sólidos y líquidos
  • Llevar a cabo obras de conservación de suelo y agua, las cuales se contribuya a la restauración de zonas frágiles y degradadas

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Por todo lo anterior, el ejido Comondú ganó el Premio Nacional Forestal 2019 en la categoría Conservación y Restauración Forestal.  Hoy en día son un ejemplo.

Humedales y biodiversidad

Los oasis, así como los lagos, ríos, pantanos, marismas, pastizales húmedos, turberas, estuarios, deltas, bajos de marea, manglares, algunas zonas costeras, arrecifes coralinos, sitios artificiales como estanques piscícolas, arrozales, reservorios y salinas son considerados humedales.

Los humedales comprenden un variado conjunto de ecosistemas en donde el agua es el principal factor que controla el ambiente, y en donde la capa freática se encuentra cerca de la superficie o lo cubre de forma temporal.

Dado que los humedales son importantes para mantener procesos ecológicos fundamentales para el ser humano, que van desde la alimentación a la obtención de materias primas, además de resguardar una amplia flora y fauna, ha resultado fundamental su protección pues en los últimos 50 años se han degradado fuertemente poniendo en riesgo sus funciones.

Por tal motivo en 1971 se creó la Convención Ramsar, llamada así al constituirse en la ciudad iraní con el mismo nombre, tiene la función de buscar acciones para asegurar la conservación y uso racional de estos ecosistemas.

Los sitios Ramsar son los humedales considerados de importancia internacional.

México tiene 142 sitios Ramsar que protegen un total de 8 millones 643 mil 581 hectáreas de humedales.

 

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