Con frecuencia se piensa que las y los jóvenes del país tienen un camino definido: ir a la escuela, elegir una carrera universitaria y, posteriormente, incorporarse al entorno laboral; sin embargo, para las juventudes rurales la situación es distinta.
En las comunidades forestales, muchas veces alejadas de las urbes, existe pobreza o servicios limitados y pocas oportunidades de una educación formal, sin embargo, tienen la ventaja de vivir cerca de la naturaleza. Por lo tanto, tienen mayor sensibilidad respecto al tema ambiental y sobre el aprovechamiento sustentable de los recursos.
En este sentido, para incorporar a los jóvenes al sector productivo, se creó la educación técnica forestal, cuyo objetivo es formar recursos humanos capacitados en protección, aprovechamiento y manejo de los recursos forestales y una vez egresados contribuyan en el impulso del desarrollo integral de sus comunidades.
Educación técnica forestal
Este modelo educativo tiene sus inicios en la década de los cincuenta, cuando había dos vertientes públicas: la primera a cargo de la desaparecida Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG); y la segunda, por la Secretaría de Educación Pública (SEP).
La educación forestal promovida por la SAG se estableció formalmente con la Escuela Nacional Militarizada de Guardas Forestales y de la Fauna, cuya operación inició en Uruapan, Michoacán, en el año 1953. Posteriormente, dos escuelas similares fueron establecidas en los estados de Oaxaca y Coahuila, en los años de 1976 y 1981, respectivamente.
En 1990, las escuelas unificaron su programa de estudios por el acuerdo de la extinta Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), y se les denominó de manera oficial como Centros de Educación y Capacitación Forestal (CECFOR), con una numeración y nombre oficial.
Los CECFOR están ubicados de manera estratégica: bosque templado (Michoacán), zonas selváticas o bosque húmedo (Oaxaca) y zonas áridas (Coahuila).
CECFOR No. 1 “Dr. Manuel Martínez Solórzano”, en Uruapan, Michoacán.
CECFOR No. 2 “Gral. Lázaro Cárdenas del Río”, en Santa María Atzompa, Oaxaca.
CECFOR No. 3 “Ing. José Ángel de la Cruz Campa”, en Saltillo, Coahuila.
En el año 2016 se estableció el cuarto centro en el municipio de Tezonapa, Veracruz, con el nombre de “Ing. León Jorge Castaños Martínez”.
Estos Centros han evolucionado a lo largo del tiempo, y su operación ha estado a cargo de diferentes dependencias oficiales: la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH), la Secretaría del Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), la Secretaría del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales (Semarnat) y, por último, de la Comisión Nacional Forestal (Conafor), en el año 2002.
En los últimos años se logró la adecuación curricular para que los estudios calificaran como bivalentes; es decir, que además de la carrera técnica se acredite el bachillerato validado por la SEP para que las personas egresadas puedan seguir con estudios superiores en carreras con perfil forestal o afín.
Sistema CECFOR, valor y disciplina
Estos centros educativos ofrecen una formación integral basada en valores, disciplina y desarrollo humano que complementan el adquirir habilidades y capacidades técnicas forestales en el alumnado.
Las materias que se imparten son similares a las de un bachillerato, pero combina asignaturas especializadas en materia forestal, por ejemplo, manejo forestal, suelos, aserrío, incendios forestales, entre otras.
Asimismo, para fortalecer su formación integral, incluye actividades extracurriculares que completan el plan de estudios, como educación física, ecotecnias y tutoría grupal, además del denominado tequio, que se refiere a acciones cooperativas para mejorar la comunidad.
El alumnado realiza también prácticas de campo, campañas de divulgación de prevención de incendios forestales y reforestaciones.
Otro distintivo, es que se rige con un sistema disciplinario y de internado que cubre hospedaje y alimentación; este servicio está sujeto a disponibilidad de cupo, y se da preferencia a estudiantes de menor edad y que provengan de otros estados o lugares lejanos.
Becas
Para asegurar la permanencia y continuidad de las y los jóvenes en los CECFOR, la Conafor ofrece la oportunidad de obtener una beca económica para cubrir sus gastos escolares y asistenciales, lo que representa un apoyo a la economía de sus familias.
Qué esperan las y los alumnos de los CECFOR
El alumnado arriba a los centros a la edad de entre 15 y 17 años, con un propósito muy claro: aprender sobre el cuidado del medio ambiente y ayudar a sus familias, así como a sus comunidades.
Daniel Ruiz Santiago recientemente ingresó al CECFOR 02; es originario del municipio Teococuilco de Marcos Pérez, en Ixtlán, Oaxaca, un municipio de vocación forestal. A Daniel le interesa aprender más sobre el aprovechamiento sustentable y, al terminar su bachillerato, le gustaría convertirse en ingeniero forestal para tener más estudios y herramientas innovadoras que apoyen el desarrollo de su comunidad, asimismo, tiene un interés particular en el estudio de los incendios forestales.
Para Eldy Dalet Ponce Rojas, una joven originaria del municipio de Santiago Miahuatlán, Puebla, la situación es distinta. En su comunidad no realizan actividades agrícolas o forestales; sin embargo, considera que sí existen los recursos para hacerlas. Por esta razón, ingresó al CECFOR 04 para terminar su bachillerato y graduarse como técnico forestal.
Las y los jóvenes se dan cuenta de los problemas que aquejan sus comunidades, tal es el ejemplo de Alejandro Jiménez Valdez, estudiante de nuevo ingreso del CECFOR 01 y originario de la comunidad Purépecha Turícuaro, en Nahuatzen, Michoacán, en donde existen aprovechamientos de resina y madera, pero también un grave problema de deforestación y tala ilegal. Por ello, Alejandro busca prepararse y continuar con sus estudios para realizar proyectos de reforestación que ayuden a mitigar este problema.
La juventud cada vez se motiva más por el cuidado del medio ambiente como Natalia Elizabeth Patiño Anguiano, habitante del municipio de Concepción del Oro, en Zacatecas y quien recientemente comenzó sus estudios de bachillerato en el CECFOR 03. A ella le interesó el sistema y las prácticas de campo que se realizan; al terminar, le gustaría estudiar una ingeniería relacionada al ámbito forestal o ecológico para que pueda desarrollar campañas en favor del medio ambiente en su comunidad.
Historia de un egresado
Isaías Navarrete Chino, es un joven de 24 años originario de San Sebastián Teponahuaxtlan y su Anexo Tuxpan, municipio de Tuxpan de Bolaños, Jalisco, orgullosamente Wirrárika.
En el 2013, tuvo la oportunidad de ingresar al CECFOR No. 1 “Dr. Manuel Martínez Solórzano”, en Uruapan, Michoacán y se graduó como técnico forestal. Continuó su formación profesional en ingeniería forestal en la Universidad Autónoma Chapingo; después, cursó un diplomado en liderazgo comunitario en la Universidad de Nuevo México, en Albuquerque, Estados Unidos.
Isaías nos relata que su motivación para especializarse en el ámbito forestal fue que las comunidades Wixáritari de Jalisco poseen una cantidad considerable de hectáreas de terrenos forestales; por ello, considera que el desarrollo de la comunidad debe darse a partir del manejo. Además de que la cosmovisión de la comunidad está ligada con el bosque, por ello la misión de estudiarlos y aprovecharlos para elevar la calidad de vida de los habitantes. Hoy en día, se dedica a divulgar el cuidado del bosque y del medio ambiente a través de redes sociales, es consultor en cartografía y Sistemas de Información Geográfica (SIG). Es director de proyectos para la creación de una Asociación Civil con enfoque forestal, agroecológico y permacultura, la cual tiene dos proyectos generales: la preparatoria Tamatsi Paritsika en Nueva Colonia, Mezquitic, Jalisco y Wirikuta en el Altiplano Potosino.
Sin duda, Isaías, es un ejemplo de como la educación forestal cumple su objetivo de impulsar el desarrollo individual de una persona, pero también el colectivo.
Los CECFOR hoy
Actualmente, los CECFOR tienen una matrícula de 608 estudiantes, 211 en Michoacán; 154 en Oaxaca; 146 en Coahuila; y 97 en Veracruz. De estos, 322 son hombres y 286 mujeres.
En casi siete décadas, este sistema de educación técnica forestal ha formado más de 5 mil 500 jóvenes.
Los Centros de Educación y Capacitación Forestal, brindan la oportunidad a las y los jóvenes de las áreas forestales, ejidos y comunidades indígenas a adquirir habilidades técnicas que les permitan incorporarse al sector productivo forestal.
