La mayor parte de los terrenos forestales en México se encuentran en posesión de ejidos y comunidades, son ellos los principales guardianes de los ecosistemas.

El aprovechamiento forestal ha sido un importante generador de empleos e ingresos. Esta actividad contribuye  a mejorar la calidad de vida de los 11 millones de personas que se estima viven en las regiones forestales de nuestro país.

En un bosque manejado de forma sustentable, el aprovechamiento se realiza respetando la capacidad de regeneración de los ecosistemas y con la garantía  de que los dueños y poseedores de los recursos participan y reciben beneficios directos.

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Por una gestión sostenible

El manejo forestal es imprescindible para satisfacer las necesidades de nuestra sociedad, conservando el equilibrio entre oferta y demanda de productos y beneficios para productores y consumidores.

Para conservar los recursos forestales es indispensable modificar los sistemas de producción por alternativas más sostenibles social y ecológicamente.

Así, se plantea la certificación como la acción que testifica, mediante una marca de conformidad o certificado de conformidad que un producto o servicio cumple con determinadas normas o especificaciones técnicas.

Certificación forestal

La certificación forestal es un proceso voluntario que garantiza que los bosques son manejados de forma sustentable, es decir, que proporcionan beneficios ambientales, sociales y económicos.

Existen dos tipos de certificación, la de buen manejo forestal y la de cadena de custodia.

La certificación de buen manejo forestal verifica el cumplimiento de principios, criterios e indicadores del buen manejo de los bosques.

La certificación de cadena de custodia asegura que desde el momento que la madera sale del bosque hacia la industria, y hasta el producto final, no se mezcla con madera que no esté certificada.

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Cuando un predio se certifica, se destacan los siguientes beneficios:

En el aspecto ambiental, que se conserve la biodiversidad, se mantengan los procesos ecológicos y se incremente la productividad.

En el aspecto social, asegura que los ejidatarios están bien organizados, que existe transparencia en sus operaciones y que pueden obtener beneficios del bosque a largo plazo.

En el aspecto económico, que generan ganancias para los dueños y poseedores de los terrenos forestales, sin generar impactos negativos en el ecosistema.

En México la certificación se otorga a partir de dos esquemas nacionales y uno internacional, la Auditoría Técnica Preventiva, que certifica el adecuado cumplimiento del Programa de Manejo Forestal Autorizado y la certificación de Bosque Sustentable, mediante la NMX-AA-143-SCFI-2015 por el buen manejo de los bosques.

Finalmente, la certificación internacional que se realiza a partir del estándar del Forest Stewardship Council (FSC), para certificar el buen manejo forestal y la cadena de custodia.   

La certificación tiene una duración de entre  tres y cinco años dependiendo el esquema.

Actualmente en nuestro país hay 2 millones 519 mil 595 hectáreas certificadas, esta cifra supera la meta sexenal de 2.5 millones de hectáreas.

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Con corte a junio de 2018 se cuenta 429 certificados en 351 predios, ya que algunos predios cuentan con la certificación bajo dos o tres instrumentos y están en proceso 192 certificados más en 187 predios

Beneficios para todos

La finalidad de la certificación forestal es que los bosques y selvas se mantengan bien conservados, cuidando el equilibrio entre la producción y la regeneración de los ecosistemas que sirven de refugio para fauna silvestre.

Los bosques y selvas son indispensables para la recarga de mantos acuíferos, al ser depósitos de agua que se utiliza para agricultura, ganadería, industria y consumo humano.

Al adquirir productos de madera certificada y realizar un consumo responsable, contribuimos a la conservación de bosques bien manejados, también apoyamos a las personas que viven y cuidan de los bosques.