La fauna necesita recorrer grandes extensiones de naturaleza en búsqueda de alimento o del mejor espécimen para reproducirse, de lo contrario peligra su linaje.

Además de reproducirse, la flora también necesita expandirse. 

Lamentablemente, estos procesos se detienen con la fragmentación de ecosistemas por la urbanización, agricultura, ganadería u otras actividades, y dejan  islas de vegetación que por no estar conectadas ponen en peligro a las especies.

Las Áreas Naturales Protegidas (ANP) son lugares donde se preservan los ecosistemas forestales por su riqueza biológica, cultural e histórica, pues no han sido alteradas por la actividad humana.

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Tienen protección legal y dentro de ellas se realiza investigación científica, educación ambiental y turismo de bajo impacto. 

México tiene 182 ANP divididas en seis categorías, de acuerdo a la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección Ambiental,  estas cubren más de 90 mil hectáreas del territorio mexicano.

Son un instrumento de suma importancia para mantener la biodiversidad y los servicios ambientales de los que todos nos beneficiamos, pero no todas se encuentran conectadas por corredores naturales, por lo que  requieren del apoyo de ejidos y comunidades.

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Ayuda mutua

Para alcanzar una conservación exitosa, la participación de las personas dueñas de los bosques es imprescindible.

La gente que habita en las zonas forestales de México puede adoptar una conservación activa que contempla actividades que les generan ingresos y, al mismo tiempo, cuidar sus terrenos forestales.

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Actualmente, la Comisión Nacional Forestal brinda apoyos para que las comunidades realicen labores de conservación de la biodiversidad y de prevención, control y combate tanto de incendios como de plagas forestales, brinda capacitaciones e incentiva la certificación.

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Está comprobado que las ANP y sus periferias, donde las comunidades y ejidos se benefician de sus terrenos, están mejor conservadas; esto significa que aumenta la biodiversidad local, se crea o mantiene la conectividad entre las áreas y otras zonas naturales, en tanto que la gente fortalece su gobernabilidad, disminuye su índice de migración, aumenta su nivel de educación, se reducen las talas y la cacería ilegales y, en general, se fomenta su bienestar.

En el Día Nacional de la Conservación es importante conocer, valorar y preservar la naturaleza y reconocer el papel de quienes habitan dentro de las zonas forestales. 

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Estas son algunas de áreas naturales protegidas en México según su categoría:

Reservas de la Biósfera
El Vizcaíno, Baja California Sur
Sierra de Manantlán, Jalisco
El Cielo, Tamaulipas.
Total:  44

Parques Nacionales
Bahía de Loreto, Baja California Sur
El Tepozteco, Morelos y CDMX
Huatulco, Oaxaca
Total: 67

Santuarios
Islas de la Bahía de Chamela,  Jalisco
Ventilas Hidrotermales – Cuenca de Guaymas y Dorsal del Pacífico, Península de Baja California
Playa de Puerto Arista, Chiapas.
Total: 18

 

Áreas de Protección de Recursos Naturales
Cuenca Hidrográfica del Río Necaxa, Estado de México
Cuenca Alimentadora del Distrito Nacional de riego 04 Don Martín, Coahuila
Cuenca alimentadora del Distrito de riego 043, Nayarit
Total: 8

Monumentos Nacionales
Bonampak y Yaxchilan, Chiapas
 Cerro de la Silla, Nuevo León
Yagul, Oaxaca
Total: 5

 

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