El ejido Potrero de Chaidez, bosque en lo alto de las montañas de Durango abraza las nubes para captar el agua que alimentará la cuenca que sustenta la vida.

En este ejido ubicado en la cuenca alta del Río Nazas, los pobladores se dedicaban a la extracción de madera, a la caza, la agricultura de autoconsumo y la ganadería para la producción casera de lácteos -esto último, elaborado por las mujeres de manera artesanal, tardando hasta dos horas en elaborar una pieza de queso-. No tenían regulación para el uso del bosque y sus ingresos económicos  eran limitados.

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Esta serie de actividades se realizaban de forma alternativa dependiendo de la temporada del año, por lo que había épocas en las que el trabajo no era constante. Sin embargo, desde 2012 este ejido ha recibido pagos por los beneficios que produce el bosque por parte del programa Pago por Servicios Ambientales de la CONAFOR, con estos apoyos de los esquemas del Programa Nacional y  de Fondos Concurrentes han transformado favorablemente la forma en que aprovechan el bosque y se han relacionado con las personas y empresas que usan el agua que nace en sus tierras.

Conservar el bosque surge de la necesidad de brindar trabajo a las personas y de cuidar el ambiente, ofreciendo nuevas oportunidades económicas.

“Decidimos entrarle a proteger el bosque y tener un sustento para las personas que vivimos aquí, ya sean ejidatarios o no y también para tener un salario que beneficie a las familias.  En cada acción vemos qué significado y beneficio tiene, tan solo los acordonamientos permiten que llegue el agua más pura y limpia a las localidades. Nos hacen más conscientes de que lo que hacemos nosotros tiene un gran valor”, comentó Sergio Cano, expresidente del comisariado ejidal.

El Pago por Servicios Ambientales que reciben a través de fondos concurrentes es el resultado de la colaboración interinstitucional de la CONAFOR con el Organismo de Cuenca de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) y de la Comisión de Cuenca Alto Nazas, este esquema conocido localmente como Programa Irritila, fomenta la recaudación de aportaciones del sector empresarial, Comités Técnicos de Aguas Subterráneas (COTAS) Laguna y de los módulos de riego del distrito 017; logrando un cobro de servicios ambientales mediante el recibo del agua.

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Gracias a este esfuerzo de conjuntar recursos económicos federales, inversión privada  y de la sociedad civil en la Comarca Lagunera a través de la Comisión de Cuenca del Alto Nazas se han impulsado trabajos en la parte alta de la cuenca del Río Nazas, comunicando la problemática social y ambiental a lo largo de la cuenca, destacando los efectos sobre el recurso hídrico.

Al realizar una mayor sensibilización y conocimiento sobre la importancia de compensar económicamente a los  dueños de las zonas donde se genera el agua que se utiliza en la Región Lagunera, las aportaciones han aumentado, dichos recursos han sido destinados al buen manejo del bosque y a realizar actividades que revierten su deterioro. Un ejemplo de estas acciones es la venta de madera en rollo.

En las actividades de acordonamiento de piedra y presas filtrantes han incrementado la captación de sedimentos y mejorado la calidad del agua en la parte alta de la cuenca, lo que ha beneficiado a los pobladores que se abastecen de ella.

Se han realizado otros proyectos como la pavimentación, una presa y el arreglo de caminos y brechas para sacar la madera, un sistema de agua potable, drenaje, energía eléctrica, calles pavimentadas y corrales para el manejo del ganado.

Las actividades efectuadas, además de ayudarles a nivel local, son ejemplo de esperanza para las siguientes generaciones, demostrándoles que se están tomando acciones que contribuyen a evitar el calentamiento global, a la conservación de los bosques y al cuidado del agua que necesita la región de la Comarca Lagunera.