Las zonas tropicales del mundo enfrentan desafíos como el cambio climático, el cambio de uso de suelo, la explotación de madera sin control, la urbanización y los cambios demográficos.
Los trópicos abarcan el 40 por ciento de la superficie del planeta y albergan alrededor del 80 por ciento de la diversidad biológica, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De manera general podemos decir que las regiones tropicales son cálidas y las estaciones están poco marcadas por el cambio de las temperaturas.
No sé sabe con exactitud a qué se debe, pero en el planeta, conforme la vegetación se desplaza de los polos hacia el ecuador la biodiversidad aumenta.
En los ecosistemas tropicales, además de su gran biodiversidad, también se refleja una notable variedad y riqueza cultural que se puede observar de manera muy directa en la gastronomía.
Específicamente, aquella que se localiza entre la línea imaginaria entre el trópico de Cáncer y el trópico de Capricornio.
México está cruzado por el trópico de Cáncer, a partir del centro y hasta el sur y sureste es posible encontrar una combinación de olores, sabores y formas culinarias derivadas de la riqueza cultural y la vasta biodiversidad que ahí se encuentra.
Las plantas y animales que residen en las selvas altas, medianas, bajas y en menor medida los manglares caracterizan un tipo de cocina con mayor variedad de ingredientes en sus platillos que en otros lugares.
Chapulines, bebidas con gusanos, sopas de hongos azules y cientos de combinaciones de ingredientes con sabores particulares están presentes.
Esto se puede observar en la gastronomía yucateca, oaxaqueña o la cocina del centro del país, además, son las mujeres las que tradicionalmente realizan un manejo complejo de los recursos nativos para elaborar los platillos.
Por eso, en 2009 la UNESCO nombró a la cocina popular mexicana Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Y para reconocer la importancia de la biodiversidad en los ecosistemas tropicales, así como el conocimiento de los retos y oportunidades de los pueblos que habitan en ellos, la ONU designó el 29 de junio como el Día Internacional de los Trópicos.
Para que comprendamos como sociedad que la conservación de la biodiversidad tropical incluye la preservación de tradiciones, lenguas indígenas y la continuidad de culturas ahí presentes desde hace cientos de años.
Con la pérdida de la biodiversidad se perderá parte de la gastronomía y de la identidad de regiones enteras.