Cuando se suscita un incendio forestal se configura un tipo ejército civil conformado por combatientes y especialistas en manejo del fuego, que disponen de tecnología, herramientas, carros motobomba y en algunos casos de equipo aéreo, para salvaguardar nuestros recursos naturales.

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Planifican estrategias y aplican conceptos militares de organización, logística, tácticas de supresión y finanzas, todo basado en el Sistema de Comando de Incidentes, desarrollado por la milicia, cuyo sistema se inspiró en el libro El arte de la guerra de Sun Tzu.

En este caso, el fuego es el enemigo y requiere de un combate que se desarrolla en un ambiente de alto riesgo. De ahí el término Combatiente de Incendios Forestales.

En Centroamérica el concepto utilizado es bombero forestal, debido a que algunos países se encuentran inmersos en conflictos armados, pero en el resto del mundo se les denomina combatiente o firefighter, en inglés.

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Este año México cuenta con la entrega y dedicación de 30 mil 79 hombres y mujeres que tienen el entrenamiento, la capacitación y la experiencia en campo para hacer frente al fuego.

Las y los combatientes de incendios forestales provienen de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) y otras dependencias federales, así como de instituciones a nivel estatal y municipal, también de organizaciones civiles, ejidos y comunidades rurales.

Las brigadas de combatientes son dirigidas por elementos que además de ser combatientes, cuentan con preparación específica, llamados técnicos especializados en manejo de fuego.

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El buen desempeño de un especialista en manejo del fuego se define por su preparación y constante desarrollo de habilidades.

Tanto combatientes como técnicos especializados, desde su trinchera, se desempeñan en la prevención, control y combate de incendios forestales.

La organización y estructura de los combatientes mexicanos han servido de apoyo y ejemplo a otros países en Latinoamérica.

Lo que el fuego se llevó

A pesar de la preparación y el entrenamiento físico, cuando se encuentran de frente al fuego exponen su vida y se arriesgan a sufrir quemaduras.

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De 1969 a 2018 se registraron 141 personas lesionadas y 239 que perdieron la vida en incendios forestales.

Son elementos tanto de CONAFOR, como del ejército, la marina, de ejidos y comunidades, de cuarteles de bomberos, de organizaciones civiles y otras dependencias federales, estatales y municipales, que perdieron la batalla contra el fuego por proteger los bosques y selvas mexicanos.

Con la convicción y preparación que se requiere para enfrentar el peligro de un incendio forestal,  las familias ven salir a un esposo, un padre, una madre o un familiar cercano a cumplir con la más noble labor, con la incertidumbre de regresar o no a casa.

Cada pérdida nos recuerda el valor, la pasión, el esfuerzo y la dedicación de estos héroes anónimos que acuden a proteger la riqueza forestal del país.

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Día del Combatiente de Incendios Forestales

El 3 de marzo de 2014 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto que instituye el 11 de julio como el Día del Combatiente de Incendios Forestales en México.

Un combatiente de incendios forestales protege a las personas, su propiedad y a los ecosistemas.

Esta fecha nos invita a reflexionar sobre el valor y la preparación que requieren los combatientes para enfrentar el día a día en tan distinguida labor.

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Como reconocimiento a su trabajo, la sociedad debe participar en las acciones de prevención que realizan los combatientes.

Apagar correctamente las fogatas, no fumar en los bosques, no quemar la basura al aire libre y reportar el avistamiento de fuego de manera inmediata.