En la tierra que habitamos, aún es posible encontrar seres que estaban fuera del radar.
Es una muestra de la interdependencia y convivencia entre seres humanos y los demás seres vivos, aunque muchas veces no lleguemos a encontrarnos.
Para preservar esta relación, es necesaria la educación. Por ello, el tema central del Día Internacional de la Madre Tierra 2019 es: La Madre Tierra: educación y cambio climático.
Lo recibieron como herencia y lo han cuidado con esmero, un bosque de oyamel donde se anidó una colonia de la emblemática mariposa monarca.
Dentro de uno de los bosques de oyamel del Estado de México, se encontró un ejemplo de lo que ocurre cuando se cuida el ecosistema.
A inicios de 2019, habitantes del ejido Ojo de Agua en el municipio Zinacantepec, Estado de México, hicieron un singular hallazgo.
Asentada en una región aledaña al volcán Xinantécatl, se encontraron con una nueva colonia de mariposa monarca.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) documentó y monitoreo el hallazgo.
Esto contribuyó al reporte para informar sobre un incremento del 144 por ciento de la ocupación de la mariposa monarca en México en comparación con el realizado entre 2017 y 2018 en bosques del Estado de México y Michoacán, según datos de CONANP y la Alianza WWF- Fundación Telmex Telcel.
Este dato también corrobora que la ocupación de esta nueva colonia monitoreada, fue mayor a la del Santuario Cerro Altamirano, en el ejido Contepec, dentro del estado de Michoacán con una ocupación de 0.01 hectáreas, que fue la colonia más chica de las 14 monitoreadas.
El bosque de oyamel, es el preferido de esta especie de mariposa. Es una conífera, única en el mundo y que solo se le encuentra en México, por su belleza se le cultiva para ser utilizado como árbol de Navidad.
Pero además, en el interior del bosque crece gran cantidad de asclepias, un tipo de planta con florecillas que las monarcas usan como su principal fuente de alimento.
Pero es muy posible que esta colonia no se hubiera desarrollado si el cuidado del bosque no hubiera sido prioridad desde hace 20 años para las personas dueñas de las 354 hectáreas de este bosque, el ejido Ojo de Agua.
Sus esfuerzos han dado frutos, pues la presencia de esta colonia de mariposa monarca, que solo busca las partes mejor conservadas, confirma que es de los mejores bosque de México.
Desde 2015 el ejido ha recibido apoyos de parte de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) mediante proyectos para trabajar en reconversión productiva, reforestación, restauración forestal, conservación y restauración de suelos.
Los dueños del ejido y asesores técnicos, aseguran son estos trabajos de mantenimiento y buen cuidado de los árboles ha contribuido para que esta especie migratoria se refugie en el corazón del bosque.
El Ejido ha sido beneficiado con el monto de un millón 60 mil 550 pesos, para aterrizar todos los trabajos de mantenimiento y conservación. Asimismo tener la cobertura vegetal en un buen estado y que la fauna tenga un buen refugio, pueda obtener sus alimentos y se sienta protegida” explicó José Luis Hernández Vázquez, asesor técnico del proyecto.
Por ahora, el ejido decidió mantener cerrado al público este nuevo punto para ser exclusivo del monitoreo.
Han evitado el senderismo para no estresar a las mariposas con ruido o arriesgarlas a ser extraídas de su hábitat.
Además, continúan con los trabajos que dictan las Reglas de Operación de la CONAFOR para cumplir apoyo económico que recibe a través del mecanismo Servicios Ambientales, en el que por medio de Fondos Concurrentes, el apoyo proviene de una colaboración entre federación y estado con ProBosque.
Anualmente reciben un pago y continuará hasta el año 2022. Algunos de los trabajos que han realizado hasta ahora, según Hernández Vázquez, son la vigilancia constante para evitar la tala clandestina, mantenimiento de áreas que han sido siniestradas por el derribo de árboles a causa del viento y acomodo de este material para evitar incendios forestales.
Ahora en primavera, los colores marrones que prevalecieron durante el invierno se han desvanecido por el regreso de las mariposas a Estados Unidos y Canadá donde cumplirán su ciclo migratorio.
Será en noviembre, que la sexta o séptima generación de esta primera colonia de mariposas monitoreadas, regresen al ejido Ojo de Agua.
Y ahí continuará el bosque de oyamel, listo para recibirlas.
