Las aves, son quizá el grupo biológico mejor conocido y más apreciado de la biodiversidad en el mundo.

Al alimentarse de insectos y algunos invertebrados mantienen el equilibrio ecológico, evitando así una futura plaga. No solo eso, también son dispersoras de  semillas y polinizadoras de algunas plantas.  

Existen de diferentes tipos, pero se distinguen en dos grandes grupos, residentes y migratorias. En el caso de la segunda, forman un fenómeno que además de interesante es de suma importancia para los ecosistemas.

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Por ese motivo, año con año, se celebra el Día Mundial de las Aves Migratorias.

En México, de las 1,060 especies de aves registradas, más de una tercera parte realizan movimientos migratorios en algunas épocas del año.

Por su ubicación geográfica, nuestro país alberga más especies migratorias que cualquier otro en América Latina, esto debido a que muchas de las especies se reproducen al norte del Trópico de Cáncer.

En manglar, es el principal ecosistema donde las aves migratorias, encuentran un hogar temporal.

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Como ejemplo, pueden mencionarse dos grandes humedales, uno es la Reserva de la Biosfera Marismas Nacionales en Nayarit, en el Océano Pacífico y el segundo es la Reserva de la Biosfera Los Petenes en Campeche, en el Golfo de México.

Ambos bajo el resguardo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

Marismas Nacionales fue decretada como Reserva de la Biosfera por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) en 2010, posee el 20% de bosques de manglar de México,

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Información de la CONANP explica que Marismas Nacionales es una zona de descanso y alimentación de 70,000 a 104,000 aves acuáticas y playeras, tanto residentes como migratorias.

Este corredor biológico brinda refugio, alimentación y reproducción de aves residentes y migratorias.

En tanto, en Campeche se han encontrado 98 especies de aves migratorias que llegan a la entidad a partir de noviembre, y regresan a sus lugares de origen entre febrero y marzo; algunas son marítimas y otras terrestres, pero todas contribuyen al ecosistema de la entidad.

Algunas de ellas son Aguililla Negra Juvenil (Buteogallus Urubitinga), el Pelícano Blanco Americano, (Pelecanus Erythrorhynchos), El Punpún o Pájaro Cantil (Heliornis Fulica), Garceta Rojiza y Garza Piquirrosa (Egretta rufescens) así como el Flamenco Americano (Phoenicopterus Ruber).

Para mantener el ecosistema de estas aves, la Comisión Nacional Forestal otorga incentivos económicos a las comunidades para que realicen trabajos de conservación y restauración.

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Los trabajos consisten en conservación, rehabilitación y mantenimiento de canales y caminos, los cuales contribuyen a un mejor flujo hídrico.

A través del Programa de Pago por Servicios Ambientales, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), invierte en Campeche a partir del año 2016 y hasta el 2021, más de 7 millones 767 mil pesos para conservación en la zona de la Reserva de la Biosfera de Los Petenes, específicamente en los municipios de Campeche y Calkiní.

Maestras de la navegación

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Las aves migratorias son maestras de la navegación. Para poder llegar a su destino deben de conocer la dirección en la que deben volar, saben orientarse muy bien y son capaces de reconocer el sitio final.

Se guían por las estrellas y el sol. Algunas especies se ayudan también por los sentidos del olfato, el oído y la vista.

Durante la migración, las aves enfrentan retos físicos y fisiológicos, por lo que han tenido que adaptarse y evolucionar, como la modificación de su conducta y la alimentación  de una mayor variedad de recursos.

Las especies migratorias son un elemento importante para la biodiversidad y para la cultura de múltiples poblaciones, pues se encuentran en la base de sus actividades económicas, sociales y culturales.

Por esta razón, la celebración internacional representa una oportunidad no solo para admirarlas sino para generar conciencia de las amenazas a la que se enfrentan, y la necesidad de conservar sus hábitats, hogar temporal que recorren año con año.