En el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas 2018, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) tiene como objetivo visualizar la migración de estas comunidades, las causas y las posibles soluciones para evitar sus desplazamientos.

En México, las zonas forestales del estado de Oaxaca, conformadas por bosques templados y selvas húmedas, son un ejemplo de oportunidad de desarrollo para evitar que los pueblos indígenas emigren a falta de empleo.

La valoración de los recursos naturales es una forma de vida para la comunidad zapoteca que habita en el municipio de San Juan Evangelista Analco, ubicado en la Sierra Juárez del estado.

Se caracterizan por la organización social que realizan, con la finalidad de proteger el vasto bosque de encinos y pinos que los rodea.
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Fue en el 2005 que decidieron iniciar con el plan de ordenamiento territorial comunitario. Esta iniciativa les hizo saber que es posible realizar actividades de agricultura, ganadería y silvicultura sin dañar el bosque.

Implementaron medidas para restaurar áreas degradas y dar tratamiento a árboles afectados por insectos descortezadores, así como para proteger a los que no habían sido dañados.

En 2013 obtuvieron por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) la autorización de un programa de manejo forestal maderable, para la producción de madera en rollo.

En 2016 fueron reconocidos con el Premio Nacional al Mérito Forestal en la categoría de Silvicultura Comunitaria, debido al uso sustentable y conservación de los recursos forestales.

Con la producción al año de 800 metros cúbicos de madera en rollo de pino y mil 500 de encino, la comunidad logró en 2017 un convenio con los Pueblos Mancomunados de Oaxaca.

Este garantiza que la madera que producen el municipio  y que proviene de bosques que están bajo manejo responsable que realizan, es utilizada por los productores de los Pueblos Mancomunados, para la fabricación de muebles que comercializan en Oaxaca y otros estados.
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En ese mismo año, la comunidad es reconocida con la certificación internacional Forest Stewardship Council (FSC), la cual garantiza la producción de madera que procede de bosques que proporcionan beneficios ambientales, sociales y económicos.

Actualmente estas actividades han dado empleo a 45 personas, lo cual ha motivado que permanezcan en la zona en la nacieron y crecieron.

Además, se han posicionado como una de las comunidades más importantes en la región, en el ramo de turismo de montaña, debido a que brindan servicios ecoturísticos a visitantes de otros estados y países.
 

La contribución de las mujeres

Ka Niula Yanni significa mujeres trabajadoras en zapoteco, razón por la cual un grupo de emprendedoras de San Juan Evangelista Analco lo eligió como nombre para su empresa dedicada a la producción de carbón vegetal.

Su trabajo consiste en recibir y elegir la mejor madera, cortarla, acomodarla dentro de hornos, sellar sus puertas, vigilar hasta que el producto esté listo y empacarlo para su comercialización.

Cada uno de los hornos que usan para fabricar el carbón están nombrados con un número en zapoteco como parte de la preservación de su identidad cultural.

La empresa que se encuentran en el bosque de Analco, brinda empleo a 15 mujeres y dos hombres, quienes darán a conocer sus productos a nivel nacional, en la Expo Forestal 2018, el evento del sector más importante del país que se realizará en Guadalajara, Jalisco, en octubre.
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