Entre las zonas áridas del estado de Chihuahua quedan las ruinas de lo que fue un importante asentamiento prehispánico llamado Paquimé.

Su nombre proviene de la lengua náhuatl y significa "casas grandes", el mismo nombre del pueblo mágico en donde se encuentran.

Su característica principal es que se asentó en un lugar hostil debido a la aridez, sin embargo sus restos atestiguan la perfección en la construcción de sus casas y un buen aprovechamiento de sus limitados recursos naturales.

Fue quizá uno de los antecesores sobre la protección de los suelos, pues la antigua ciudad  desarrolló barreras en laderas que conducían el paso del agua para cultivos al tiempo que impedían la erosión.

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Esta cultura tenía una combinación de rasgos del centro y norte de México, pues era un lugar de intercambio comercial y cultural entre las dos regiones.

Paquimé, como la gran mayoría de las zonas arqueológicas de México, se encuentran dentro de zona forestal.

Por contener elementos históricos y culturales que dan identidad al país son consideradas con importante nivel de conservación.

Pero las zonas arqueológicas no es lo único que se puede encontrar entre los 138 millones de hectáreas forestales que tiene México, existen otros sitios con alto potencial turístico, aunque poco conocidos.

Lugares atractivos porque ofrecen paisajes, historia, fauna, especies vegetales raras o por actividades ecoturísticas como rappel o tirolesa.

Estos sitios representan una oportunidad para diversificar actividades que generen ingresos económicos a familias rurales dueñas de bosques, selvas, zonas áridas o semiáridas.

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Por un ecoturismo responsable

La Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) orienta y apoya para un ecoturismo que tenga como prioridad la protección de la biodiversidad.

Para hacer compatibles turismo y naturaleza, el Manual de mejores prácticas de manejo forestal para la conservación de la biodiversidad enumera 21 acciones.

Los ejidos y comunidades que quieran hacer actividades ecoturísticas deben:

·         Tener objetivos claros sobre gestión, protección y conservación de las áreas con potencial recreativo

·         Determinar qué problemas puede ocasionar la actividad para el suelo, el agua y la biodiversidad

·         Identificar si hay aves u otras especies para observación, sitios arqueológicos, monumentos históricos o de interés cultural

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·         Determinar cuántos visitantes puede soportar el lugar sin representar daño a los recursos naturales

·         Identificar lugares donde sí se pueda construir ya sea cabañas, puentes u otros.

·         Respetar la norma NMX-AA-133-SCF-2006 que establece especificaciones sobre sostenibilidad del ecoturismo

·         No permitir el acceso de visitantes a lugares con vegetación o fauna que se encuentra amenazada o en peligro de extinción

·         Limitar el acceso a los cuerpos de agua, corrientes y humedales.

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·         Trazar senderos

·         Determinar un lugar para el estacionamiento

·         Colocar letreros y señalizaciones claros y hechos con material de madera o cualquier otro biodegradable

·         Colocar recolectores de basura

·         Garantizar seguridad del visitante​

 

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