El uso del fuego por el ser humano es una práctica milenaria que se utiliza aún hoy en día en todo el mundo, sobre todo por las comunidades en las zonas rurales, quienes lo usan para cocinar alimentos, producir calor, o bien para prácticas agropecuarias.

Los ganaderos y agricultores queman sus terrenos para prepararlos para los cultivos o que salga pelillo de pasto para alimentar al ganado. Estas prácticas sin las debidas precauciones, causaron el 38 por ciento de los incendios forestales en 2018 en México.

El fuego es imposible de erradicarlo en el campo, por eso es mejor hace un uso útil de él, que bien empleado se convierte en un aliado para evitar un incendio catastrófico.

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Con una buena planificación también contribuye a mejorar la calidad del suelo, la germinación de semillas en algunos ecosistemas y por supuesto reduce considerablemente el riesgo de incendios forestales. 

A esto se le llama manejo del fuego, y en los ecosistemas forestales es una alternativa que permite enfrentar los incendios en forma integral, lo que sirve para proteger a las personas y sus propiedades, mantener hábitats específicos, restaurar o mejorar los servicios y productos de los ecosistemas forestales y en general la conservación de la biodiversidad.

¿Cómo se hace?

Manejar el fuego es una disciplina que lleva años de preparación. Se debe de hacer de una forma segura y bien planificada. También debe de hacerse en compañía, nunca una sola persona. Los combatientes de incendios, llevan a cabo esta actividad como parte de la prevención.

La quema prescrita, por ejemplo, se realiza bajo un plan técnico que toma en cuenta las condiciones del combustible (hierba seca), el clima y la topografía del terreno, para estimar cómo se comportará el fuego para que realmente cumpla con una función ecológica y no lo contrario.

Esta actividad debidamente manejada puede minimizar la emisión de humo y los daños por incendios.

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Consiste quemar la hierba seca en cierto perímetro cercana a las zonas forestales, de esta manera si hay un incendio o se avienta fuego en ese lugar, al no haber combustible que quemar, automáticamente se apaga.

Sonora es un buen ejemplo de manejo del fuego

La Comisión Nacional Forestal impulsa el manejo del fuego para que con condiciones coordinadas de prevención y responsabilidades compartidas entre los tres órdenes de gobierno y la sociedad se disminuyan los problemas por incendios.

La CONAFOR en Sonora en coordinación con la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) lleva a cabo quemas prescritas, con el objetivo de prevenir incendios forestales disminuyendo las cargas y continuidad de combustibles, así como, de mejorar el hábitat para la fauna silvestre y mejorar las condiciones ecológicas de la superficies.

Generalmente se hacen en el último trimestre del año.

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En 2016, la entidad alcanzó el 84 por ciento de la meta nacional en este tipo de acciones, lo cual le amortiguo los efectos del fuego en 2017 que fue una temporada crítica.

En 2018, Sonora hizo quemas controladas en 150 hectáreas en bosque de encinar abierto y pastizal natural, dos tipos de vegetación que por sus características el fuego corre rápidamente y se esparce en poco tiempo causando graves daños si se sale de control.

En 2019 estas actividades de prevención ayudarán a evitar algunos incendios.

Las quemas prescritas son una importante actividad de prevención que es mucho más barata que el combate de un incendio forestal.