La lombriz roja de California mide de 6 a 8 centímetros, respira por su piel y no soporta la luz solar pues apenas unos minutos expuesta a sus rayos causa su muerte.

Con sus cinco corazones y seis pares de riñones, la Eisenia foetida, su nombre científico, avanza en la oscuridad mientras excava la tierra y come. A medida que avanza, sus deyecciones hacen de la  tierra un terreno más fértil pues sus excrementos contienen nitrógeno, fósforo, potasio y calcio que hacen que sea un producto mejor que los fertilizantes comerciales. A este producto se le llama humus.

/cms/uploads/image/file/281431/cdmx_lombricomposta__4_.jpg

La lombriz roja de California es originaria de Europa aunque fue en la demarcación estadounidense donde fue cultivada. Son las mejores trabajadoras para la tierra, con sus 1.4 gramos, comen una ración diaria que equivale a su propio peso, del cual un 55 por ciento es abono.

Tienen una alta capacidad reproductora, lo que las hace las favoritas de la llamada lombricultura.

Algunas de ellas trabajan actualmente en Xochimilco en la Comunidad de Santiago Tepalcatlalpan, lugar que cuenta con 171 hectáreas de bosque donde los comuneros participan con labores de conservación del bosque como brechas cortafuego, reforestación, limpieza de caminos y vigilancia.

De julio a septiembre de 2016, un total de 20 comuneros fueron apoyados por la Gerencia de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en la Ciudad de México con 157 mil 218 pesos para tomar el Curso Teórico-Práctico de Lombricomposta en las instalaciones de la comunidad y en Querétaro, donde visitaron la empresa Aldea Verde para recibir la capacitación práctica.

/cms/uploads/image/file/281428/cdmx_lombricomposta__2_.jpg

A la fecha, han logrado establecer sus primeros dos módulos de cría y producción de Lombriz Roja Californiana.

Esteban Arenas García, Coordinador Técnico de la Comunidad, comenta que este curso permitió a los integrantes de la brigada adquirir conocimientos en torno al uso, manejo, tratamiento, transformación y aprovechamiento alternativo de los residuos sólidos orgánicos que se generan del bosque.

El comunero califica a esta tecnología como amigable con el ambiente y espera que en algunos meses más se beneficien de esta composta.

/cms/uploads/image/file/281434/cdmx_lombricomposta_7_.jpg

¿Qué necesitan las lombrices?

El excremento de vacas, borregos o caballos y de desperdicios de hortalizas y hojarasca pasan por un procesos de secado en el que se cuida que la humedad se mantenga a un 60 por ciento para que las lombrices puedan consumirlo fácilmente, esto se llama pre-composteo. Una vez que han comido su alimento y las lombrices han hecho deyecciones, el tiempo de maduración de la composta es de cuatro a seis meses.

Los lixiviados que genera la lombriz también son aprovechados como abono orgánico y foliar que puede ser aplicado a cualquier tipo de vegetación.

“Al concluir el primer ciclo que permite extraer la composta final, la lombriz se cosecha y se vuelve a comenzar el proceso. Pretendemos que en un futuro se incremente la superficie y tener módulos más grandes y con ello implementar un mejor aprovechamiento de los residuos orgánicos que se producen en el bosque”, explicó Arenas García.