En un proceso que puede tardar varios días, un árbol de Navidad, que dio alegría a una familia mexiquense, puede convertirse en artículos decorativos o de uso doméstico.

El proceso comienza en un pequeño taller donde las manos de un artesano, su experiencia e imaginación darán forma a la madera.

Primero se retiran las ramas más pequeñas del tronco. Dependiendo del grosor y la forma se determina el tipo de artesanía que se elaborará.

/cms/uploads/image/file/242945/EDOMEX_Artesan_as_de_madera.jpg

Si el tronco es utilizado para la fabricación de un perchero, se dejan las ramas más grandes, se cortan y lijan las puntas y se barniza.

En una labor más compleja, la madera se corta en trozos y se lleva al área de torneado donde una máquina la hace girar, entonces el artesano utiliza cinceles, cuchillas, pedazos de madera y aserrín para darle forma, color y brillo a cada pieza.

/cms/uploads/image/file/242941/EDOMEX_Artesan_as_de_madera__7_.jpg

El resultado son artículos como bolígrafos, percheros, portaplumas o saleros.

Por tradición, los municipios de Santa María Rayón y San Antonio la Isla, en el Estado de México, se dedican a la elaboración de artesanías de madera como juguetes, artículos decorativos y de uso doméstico.

/cms/uploads/image/file/242940/EDOMEX_Artesan_as_de_madera__6_.jpg

En estos dos municipios hay 850 artesanos de madera registrados, sin embargo, son pocos los que aprovechan los árboles navideños debido a que la mayoría trabaja con la técnica de torneado y estos árboles requieren de tallado.

Uno de los pocos artesanos que las elabora es el señor Vicente Hinojosa, que desde hace 12 años cree que la madera de los árboles de Navidad puede ser rentable a pesar de que solo es de temporada.

“Cuesta mucho trabajo pero sí se elaboran artículos, se llevan al mercado tienen buena aceptación, pero nada más llevamos una parte de las artesanías que alcanzamos a terminar”.

/cms/uploads/image/file/242943/EDOMEX_Artesan_as_de_madera__9_.jpg

Vicente afirma que con esta actividad se puede aprovechar la madera de forma eficiente, en un ciclo en el que se benefician los productores con la venta de árboles navideños, los artesanos con la madera y los productores de planta con los restos utilizados para hacer composta.

“A la naturaleza le debemos agradecer todo lo que nos da y nosotros tenemos que buscar la máxima utilidad: cuando se vende el árbol para fines decorativos y después al transformarlo en un artículo de distinta utilidad”.

Las artesanías de madera permiten dar vida a un árbol de Navidad por al menos 30 años más después de su función decorativa.

/cms/uploads/image/file/242944/EDOMEX_Artesan_as_de_madera__11_.jpg