• Para conmemorar el Día Internacional de la Lengua Materna, el Consejo editó el cuento El gato que se perdió, escrito en chinanteco, ch’ol, o’dam, náhuatl, tseltal, tsotsil e inglés.
  • Durante la presentación del texto, el director general del Conafe, Gabriel Cámara, destacó que los educadores comunitarios deben ser aprendices de la lengua materna que se habla donde prestan servicio.

El director general del Consejo Nacional de Fomento Educativo (Conafe), Gabriel Cámara, resaltó que a los representantes de la institución, en las zonas de alta y muy alta marginación del país, por pertenecer al sector educativo, les corresponde convertirse en aprendices de las lenguas maternas y fomentar su uso y valor, como una muestra de solidaridad y respeto por la cultura local.

“¿Qué nos toca en el Conafe? Primero que nada, yo pongo como imperativo general a nuestras educadoras y educadores comunitarios que a donde lleguen, a una comunidad en la que la mayoría habla su lengua materna y ellos, los que llegan, no la hablan, que la primera obligación sea presentarse como aprendices de la lengua; esa es la mejor introducción para acercarnos a servir a los demás, con lo más preciado que tienen, que es su lengua materna”, indicó.

Al encabezar la presentación del cuento El gato que se perdió, escrito en chinanteco, ch’ol, o’dam, náhuatl, tseltal, tsotsil e inglés, e inaugurar el Centro Cultural del Conafe, en las instalaciones del Centro SEP, Gabriel Cámara subrayó que uno de los objetivos prioritarios de la Educación Comunitaria para el Bienestar es promover la práctica de las lenguas indígenas, a través de la educación multilingüe.

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Además, dijo que tener un verdadero interés por aprender la lengua, contribuye a generar un entorno propicio para el aprendizaje y reduce el impacto actual, en donde la discriminación por tono, región, raza, color de la piel y lengua materna, es muy marcado. “Tenemos que ir superando este atavismo, esta costumbre para generar una comunidad realmente en donde todos podamos convivir con justicia, con dignidad”, precisó.

Al tomar la palabra,  Alicia Gregorio Velasco, autora de El gato que se perdió y hablante de chinanteco, narró que una tristeza muy grande la orilló a escribir la historia de su abuelo, por lo que con el apoyo de su mamá, se animó a hacerlo en su lengua materna.

“Le decía mi mamá, me siento triste, y le dije voy a escribir la historia de mi abuelo. Y mamá  dijo adelante, y luego me cuentas. Primero escribí el cuento en chinanteco, posteriormente se lo leí a mi mamá, porque ella ha sido mi maestra”, recordó.

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Gregorio Velasco recordó que para la comunidad, los gatos son animales que desempeñan un trabajo, “el gato sirve para cuidar la mazorca, para cuidar las tortillas y espantar a los ratones”.

Refirió que una vez terminado, lo registró en la convocatoria del Centro de las Artes San Agustín (CaSa), en Oaxaca, en donde obtuvo el premio al cuento en lengua indígena en 2022. “Y le dije a mi mamá, ganamos el premio”, por lo que se animó a buscar que se editara en su centro de trabajo, el Conafe.

En tanto, Miguel Castellanos Cruz, jefe de Investigación Gramatical de la Dirección de Investigación del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (INALI) y hablante de chinanteco, consideró que el Conafe puede contribuir en gran medida, desde las aulas, a la preservación de las lenguas maternas. “Aunque no hablen la lengua indígena donde van, están escuchando y hablando con las personas. Anímenlas a que hablen su lengua, esa labor está fuera de las aulas, no se paga, no se retribuye, pero ustedes hacen esa labor humana de que no se pierda nuestra lengua”. 

Castellanos Cruz reconoció la importancia que tiene el que las instituciones promuevan el uso de las lenguas maternas. “Creo que es el orgullo más grande que se puede sentir como institución”, dijo.

La edición de este cuento dirigido a los más pequeños, se enmarca dentro de las actividades del gobierno de México, el cual impulsa, a través del Programa Interinstitucional de Fomento a la Lectura en Lenguas Indígenas, la conservación, revitalización y promoción de las lenguas en el Decenio Internacional de las Lenguas Indígenas (2022-2032).

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El Conafe brinda atención a 860 mil 771 niñas, niños, adolescentes, madres y padres de familia, en 55 mil 394 aulas, con el apoyo de 63 mil 881 figuras educativas y tiene presencia en 2 mil 061 municipios y 34 mil 675 localidades. 

Del universo de estudiantes, 32 mil 648 son hablantes de lengua indígena, entre ellos 9 mil 364 hablan tzeltal, 6 mil 180 tsotsil, 3 mil 993 náhuatl, 2 mil 412 chol, 2 mil 279 tepehuano del sur y 1 mil 367 huichol.

Esta atención se otorga gracias a la contribución de 3 mil 222 educadoras y educadores comunitarios hablantes de lengua indígena, de los cuales 2 mil 272 son mujeres y 950 son hombres, y de ellos, 916 hablan tzeltal, 730 náhuatl y 443 tsotsil.

GALERÍA FOTOGRÁFICA: https://bit.ly/3khtdKa

 

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