Todas las personas tenemos necesidades físicas, biológicas y sociales, independientemente de diversos factores, entre ellos las discapacidades físicas y mentales. Las personas con discapacidad intelectual suelen vivir bajo la falsa percepción de la sociedad que los mira como seres infantiles y carentes de sexualidad, lo cual es completamente falso.

El desarrollo sexual de una persona con discapacidad intelectual se da a un ritmo similar al de una persona sin esta discapacidad, la diferencia está en la manera en la que unos y otros responden a estímulos sexuales y la dificultad para interpretar dichos estímulos. Por ello es importante que no se les prive del derecho a la educación sexual.

La educación sexual es importante en la vida de una persona con discapacidad intelectual por diversas razones:

  • Su seguridad: Una persona con discapacidad intelectual que recibe una adecuada educación sexual, sabe identificar acciones que pueden poner en riesgo su integridad física, evitando así ser víctimas de un caso de abuso sexual.
  • Respeto a las normas sociales: La educación sexual es necesaria pues de esta manera la persona con discapacidad intelectual aprende que hay normas, espacios personales y públicos en los cuales debe controlar sus impulsos, de esta manera la inclusión social será parte de su vida.
  • Responsabilidad: Esta es una razón importante por temas como control de natalidad, enfermedades de transmisión sexual y orientación sexual.

Edúcate, edúcalos, seamos incluyentes y respetemos el derecho a una vida plena.