El Síndrome de Down es una combinación cromosómica natural que siempre ha formado parte de la condición humana, existe en todas las regiones del mundo y habitualmente tiene efectos variables en los estilos de aprendizaje, las características físicas o la salud. Un cromosoma extra en el par número 21 de nuestro ADN, una combinación natural, que tiene efectos en el estilo de aprendizaje, rasgos físicos o en la salud.

En diciembre del 2011, la Asamblea General de la ONU, estableció el 21 de marzo como el Día Mundial del Síndrome de Down, con la finalidad de crear conciencia sobre este síndrome, y recordarle a la población mundial las capacidades que las personas con Síndrome de Down tienen, así como sus contribuciones para su comunidad y en general para la sociedad, para eliminar los prejuicios y crear un ambiente respetuoso e incluyente.

La campaña mundial para 2018, "Lo que traigo a mi comunidad" tiene como objetivo reconocer que todas las personas con Síndrome de Down deben tener la oportunidad de contribuir a la comunidad y vivir vidas valiosas, incluidas de manera plena y en igualdad de condiciones con los demás, en todos los aspectos de la sociedad. Las personas con síndrome de Down pueden y aportan mucho a la comunidad, donde sea que vivan en el mundo, cuando se les da la oportunidad, pero a muchos se les impide hacer contribuciones significativas.

  • Las personas con Síndrome de Down pueden y deben hacer contribuciones significativas a lo largo de sus vidas, ya sea en escuelas, lugares de trabajo, vida en la comunidad, vida pública y política, cultura, medios de comunicación, recreación, ocio y deporte;
  • Las actitudes negativas y la falta de conocimiento sobre su potencial como individuos evitan que las personas con Síndrome de Down tengan la oportunidad de hacer contribuciones;
  • Se debe empoderar a las personas con síndrome de Down (y aquellos que los apoyan) para que aboguen por sus derechos y oportunidades de hacer contribuciones significativas.

El acceso adecuado a la atención de la salud, a los programas de intervención temprana y a la enseñanza inclusiva, así como la investigación adecuada, son vitales para el crecimiento y el desarrollo de las personas con Síndrome de Down.