Después de 16 días de actividades, el 27 de octubre de 1968, México bajó el telón de los Juegos Olímpicos, justa en la que obtuvo su mejor actuación y despidió a los 112 países que se dieron cita en tierra azteca para disputar el magno evento deportivo, el cual se realizó por primera vez en América Latina y por segunda ocasión en el continente, esto luego de la participación de Los Ángeles en 1932.

En el Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria, con la presencia del entonces presidente de México, Gustavo Díaz Ordaz; el presidente del Comité Olímpico Internacional, Avery Brundage, y alrededor de 70 mil espectadores, que abarrotaron las gradas del recinto, se vivió una auténtica y colorida fiesta acompañada de juegos de luces y un emblemático mariachi, compuesto por alrededor de 90 mil elementos.

Al ritmo del 'Son de la negra', integrantes de cada delegación participante desfilaron con letreros del nombre de su país en alto; un ambiente de alegría inundó la cancha del estadio cuando, sin protocolo alguno, los deportistas y edecanes, comenzaron a bailar, abrazarse, reír y tomarse de las manos sin importar el país, disciplina, género o color de piel, pues momentos antes el recinto había quedo en completa oscuridad con el apagado de las luces y el fuego olímpico del pebetero y, en medio de un espectáculo de fuegos artificiales, se le dio la bienvenida a la edición siguiente, es decir, Múnich 1972.

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Posteriormente, 'Las Golondrinas' marcaron el final de México 68, con una especial y nostálgica vuelta olímpica de los participantes; una edición que quedó escrita con letras doradas en la historia de nuestro país, pues en calidad de local, logró su mejor actuación, hasta el momento, en toda la historia de las justas de verano al finalizar con un total de nueve medallas: tres oros, tres platas y tres bronces.

Felipe Muñoz y María Teresa Ramírez (natación); Ricardo Delgado, Antonio Roldán, Joaquín Rocha y Agustín Zaragoza (box); José Pedraza (marcha 20 kilómetros), Álvaro Gaxiola (clavados) y Pilar Roldán (esgrima), fueron los atletas que llevaron a México a la gloria en casa, evento que también marcó un parteaguas en el deporte femenil nacional al ver consagrarse a sus primeras dos mujeres con una presea olímpica.

Con estos históricos nueve metales en su haber en 1968, la ocasión que la delegación mexicana estuvo más cerca de empatar su propia marca fue hace ocho años, cuando en Londres 2012 finalizó con ocho medallas: un oro, tres platas y cuatro bronces.