Las ediciones XXV, XXVI y XXVII de los Juegos Olímpicos recorrieron los continentes de Europa, América y Oceanía, mismas que marcaron la modernidad en sus inauguraciones, el uso de la tecnología en el deporte y nuevos esquemas de financiamiento.

En la justa deportiva de Barcelona 92, después de tres intentos por ser sede en 1924, 1936 y 1940, intervinieron 169 países, participando en 28 deportes, 257 especialidades y con la asistencia de 9 mil 356 atletas; además, marcó el final de las ex repúblicas soviéticas, participando bajo el nombre de Equipo Unificado. En esta justa veraniega se batieron 32 récords mundiales y 73 olímpicos.

México presentó una delegación más nutrida con 102 atletas, que compitieron en 18 deportes, aunque sólo lograron una medalla: la plata del marchista Carlos Mercenario Carbajal, en la prueba de 50 kilómetros, en la que fuera su segunda

En la edición de Atlanta 1996, se celebraron los 100 años de los Juegos Olímpicos de nuestra era; además, significaría para los Estados Unidos la cuarta edición celebrada en su territorio.

México lograría nuevamente una sola medalla, un bronce, ahora gracias al marchista Bernardo Segura, en los 20 kilómetros. Sobresalieron el velocista Alejandro Cárdenas y el marchista Ignacio Zamudio.

Oceanía recibiría en Sídney, Australia, la edición XXVII de los juegos veraniegos con varios simbolismos: contaría con dos naciones más que la anterior edición y durante el trayecto de la flama olímpico, se contó con 13 mil 300 portadores, desde Grecia hasta la sede deportiva, en donde Cathy Freeman, atleta aborigen, encendería el pebetero olímpico, y posteriormente, se levantaría con la medalla de oro en los 400 metros.

Además, las dos Coreas, del Norte y del Sur, marcharían bajo una sola bandera, mostrando al mundo la unidad en la justa deportiva.

México participaría con 78 deportistas en 19 deportes y el abanderando sería el clavadista Fernando Platas, quien se retiraría en dicha justa con una medalla de plata en el trampolín de 3 metros; en levantamiento de pesas, se conseguiría una medalla histórica por parte de Soraya Jiménez, quien se llevó el oro en la categoría de los 58 kilogramos.

Mientras que, Noé Hernández Valentín conquistaría la plata en la marcha de los 20 km; Joel Sánchez, obtendría el tercer lugar en los 50 km; en el taekwondo, ya como deporte oficial, Víctor Manuel Estrada Garibay gana la primera medalla de bronce, en la categoría de los 80 kg y Cristián Bejarano, en boxeo, se quedaría con el bronce. Así, México igualaría las seis medallas oficiales que se obtuvieron en Los Ángeles.

Con Sídney 2000, concluiría el siglo XX y daría paso al XXI para atestiguar una nueva era de los Juegos Olímpicos y del espíritu que plasmo el barón Pierre de Coubertin: “Lo importante no es vencer, sino participar”.