Con el objetivo de conocer a partir de criterios robustos y técnicos, acerca de los vacíos y omisiones en conservación de las áreas protegidas en México, diversas instituciones coordinadas bajo la dirección de CONABIO reunieron esfuerzos para generar una estrategia a nivel nacional para detectar los sitios prioritarios para la conservación de diferentes grupos de especies y ecosistemas.

Como resultado, fue posible identificar a través del GAP Analysis los sitios que requieren esfuerzos prioritarios de conservación por no estar suficientemente representados dentro del actual sistema de áreas protegidas y sobre todo por poseer una elevada importancia biológica.

El Gap Analysis es un enfoque metodológico ideado para proporcionar de manera relativamente sencilla y rápida una evaluación global de la diversidad biológica desde una perspectiva de geográfica. Está basado en un análisis de la distribución de comunidades vegetales y especies animales, relacionado con la ubicación de áreas manejadas con fines de conservación de la naturaleza.

El método se desarrolló con un enfoque proactivo así como herramienta para la planificación de la conservación y con ello establecer prioridades y alternativas antes de que ocurra el conflicto. La meta es dirigir los esfuerzos de conservación a las áreas que en conjunto permitan la mayor representación de la biodiversidad en una región.

Los sitios más significativos en biodiversidad no representados adecuadamente o fuera del sistema de conservación vigente se clasifican como espacios u omisiones de conservación (gaps) que requieren de atención prioritaria.

La información requerida para el Gap Analysis consiste en: 1) Un mapa de la distribución actual de la vegetación, 2) mapas con la distribución potencial de especies de vertebrados silvestres y 3) mapas de áreas naturales manejadas con fines de conservación*.

Estos mapas se preparan y procesan dentro de un Sistema de Información Geográfica (SIG) como diferentes coberturas temáticas sobrepuestas. Una vez dentro del SIG se combinan los mapas para evaluar cómo las diferentes comunidades vegetales o la sobreposición de sitios con máximo número de especies (riqueza) o la distribución de cada una de las especies son representadas dentro de los límites de las áreas con algún tipo de protección para identificar omisiones o discrepancias en conservación –gaps-.

En el caso de la Megalópolis los ecosistemas que requieren de mayores medidas de conservación corresponden a bosques de pino-encino, así como ecosistemas que han sido severamente afectados por la influencia de la mancha urbana y las actividades económicas implícitas en el avance territorial de la misma.

 

Fuente(s): Geomática de la CAMe y *Conabio