En esta temporada es común que en los festejos se ocupe pirotecnia para dar color y luz a las celebraciones. Sin embargo, las consecuencias de prender un cohete y lanzarlo al aire van más allá de solo la explosión multicolor.

Fórmulas de sodio, cobre, estroncio, litio, antimonio, magnesio y aluminio quedan sobre el asfalto después de encender la chispa. Además del bario e isótopos radiactivos que generan algunos colorantes en la pirotecnia.

Ya en los aires se libera monóxido de carbono (CO) y partículas suspendidas (PM 2.5) que, junto a otras fuentes de emisión como el transporte, las fogatas, la quema de basura, llantas o leña, generan en estas fechas alta contaminación en las ciudades.

Dichos contaminantes en el aire tienen graves consecuencias en la salud. Por ejemplo, las partículas PM 2.5 entran directamente al sistema respiratorio y pueden causar súbitos malestares, o una crisis en pacientes vulnerables, como asmáticos o personas con enfermedades cardiovasculares.

Es por esta razón y por el daño que causa al medio ambiente que en estas festividades invitamos a evitar el uso de pirotecnia, la quema de basura, llantas o fogatas. Además de desistir de hacer asados al carbón o prender chimeneas.

Con pequeñas acciones podemos hacer grandes cambios y mejorar la calidad del aire de tu ciudad.