La atmósfera que envuelve la Tierra cumple funciones esenciales para el mantenimiento de la vida:

Aloja la capa de ozono que filtra la dañina radiación ultravioleta (UV) proveniente del sol.

Participa en la regulación del clima, tanto por el movimiento de las masas de aire frío y caliente sobre los océanos y masas continentales como por su efecto en las corrientes oceánicas y en el transporte del vapor de agua que después se vierte en forma de precipitación en los continentes.

Actúa como reservorio de algunos elementos químicos vitales para los seres vivos, como carbono y el nitrógeno.

Las actividades humanas que se realizan en las zonas urbanas liberan una enorme cantidad de sustancias a la atmósfera que pueden permanecer suspendidas unos pocos días, como es el caso de las partículas y del carbono negro, o décadas, como los clorofluorocarbonos, o incluso siglos, tal como ocurre con algunos gases de efecto invernadero, por ejemplo, el bióxido de carbono.

A fin de poner a disposición de la sociedad, datos en tiempo real del monitoreo de la calidad del aire generado en más de 100 estaciones de todo el país, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático opera y da mantenimiento al Sistema Nacional de Información de la Calidad del Aire (SINAICA).

El sitio se encuentra alojado en la página http://sinaica.inecc.gob.mx/. Los datos históricos validados son útiles para generar indicadores sobre la calidad del aire y medir el cumplimiento de los límites de concentración establecidos en las normas oficiales mexicanas de calidad del aire.

La oportunidad de esta información permite a los gobiernos locales declarar protocolos de actuación ante concentraciones de contaminantes cuando estas representen un riesgo para la salud o el medio ambiente y evaluar los resultados de las estrategias de gestión de la calidad del aire.