El subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración, Alejandro Encinas Rodríguez, afirmó que cuando se suman esfuerzos entre la comunidad internacional, sociedad civil y las instituciones del Estado mexicano se pueden dar respuestas claras a fenómenos tan delicados como el que se vive en materia de movilidad humana.

Al inaugurar las oficinas de la Comisión Mexicana de Ayuda para Refugiados (Comar) en Tijuana, Baja California, el subsecretario Alejandro Encinas Rodríguez alertó sobre un nuevo fenómeno migratorio derivado de la pandemia por COVID-19, “no solamente por el problema epidemiológico que en sí representa, sino por las ya graves repercusiones que ha tenido en nuestra región y en todo el mundo. El primer impacto es negativo en la zona, el incremento de la marginación, la pobreza, la violencia en muchas regiones y, al mismo tiempo, el surgimiento de conflictos políticos que van a motivar la migración”.

Subrayó que el reto del Estado mexicano no solamente es garantizar una migración ordenada, regulada, segura con un trato digno y respetuoso de los derechos humanos de las personas migrantes, sino generar condiciones para la integración de la gente que busca una oportunidad de vida en el país y estar a la altura de los nuevos retos que presenta la movilidad en el mundo.

Al respecto, el titular de la Comar, Andrés Ramírez Silva, destacó la importancia de la inauguración de las oficinas en Tijuana, Baja California, pues es una ciudad emblemática con trayectoria de asilo a personas migrantes.

Agradeció al director general de Proyecto Salesiano Tijuana, padre Agustín Novoa Leyva, por brindar las instalaciones para trabajar como se merece la población en necesidad de protección internacional; además reconoció el apoyo del representante del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Refugiados en México (Acnur), Mark Manly, por brindar el acondicionamiento y equipamiento, a fin de tener un espacio digno para los solicitantes de refugio en México.

Al respecto, el titular de la Comar, Andrés Ramírez Silva, destacó la importancia de la inauguración de las oficinas en Tijuana, Baja California, pues es una ciudad emblemática con trayectoria de asilo a personas migrantes.

Mark Manly destacó la importancia de que ahora exista una oficina de Comar en el norte del país debido a que cada vez más personas refugiadas o solicitantes de asilo que llegan por la frontera sur del país indican su intención de ir a ciudades como Monterrey, Saltillo y Tijuana donde reportan tener familiares y donde existen amplias oportunidades laborales en el sector formal. La Encuesta Nacional de Población Refugiada de 2017 ya había indicado que cerca de 10 por ciento de la población refugiada está en Tijuana.

Asimismo, resaltó que estamos frente a un “proceso regular y ordenado de movimiento de las personas. Estamos hablando de personas que han sido obligadas a salir de sus países que llegan a México y manifiestan a las autoridades mexicanas que no pueden volver a casa por la violencia que existe en esos lugares”.

Por su parte, el padre Agustín Novoa Leyva, enfatizó que el proyecto Salesiano, “busca contribuir en la atención a la población más vulnerable como protectores y defensores de derechos humanos, creemos en la dignidad de cada persona y procuramos el bien común”.

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Boletín No. 130/2021

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