• No comprar juguetes que se oferten en el comercio informal, ya que estos pueden ser fabricados con materiales sin ningún tipo de calidad sanitaria, lo cual podría ocasionar riesgos a la salud de los niños.

 

  • Las pinturas que se utilizan en la fabricación podrían contener sustancias tóxicas, como plomo. Sí el material se llega a desprender mientras el menor lo ingiere por accidente al manipular o morder el juguete esto ocasionaría daños a su salud.

 

  • No adquirir juguetes que no contengan medidas precautorias y que no garanticen la calidad del producto, ya que al no contener esta información, el niño estaría expuesto a sufrir algún accidente, como, bloqueo de los canales auditivos u obstrucción de vías respiratorias por la ingesta de piezas pequeñas.

 

La COFEPRIS recuerda que la mejor vigilancia es la que hacemos todos.

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