Contaminantes criterio

Los contaminantes criterio son aquellos contaminantes normados a los que se les han establecido un límite máximo permisible de concentración en el aire ambiente, con la finalidad de proteger la salud humana y asegurar el bienestar de la población. Se miden de manera continua los contaminantes criterio: ozono (O3), dióxido de azufre (SO2), monóxido de carbono (CO), dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas en suspensión (PM10, PM2.5) y el plomo (Pb).

 

Contaminantes tóxicos

Los contaminantes tóxicos del aire son compuestos en forma de gas o partículas que se encuentran en el aire en concentraciones bajas pero con características de toxicidad o persistencia que pueden representar un peligro para la vida humana, animal o vegetal. El término “contaminantes tóxicos del aire”, es utilizado para referirse a un grupo de compuestos químicos identificados por ser altamente nocivos a la salud humana y cuyos efectos pueden presentarse a corto o a largo plazo agudos o crónicos, respectivamente). También se les conoce como “contaminantes peligrosos del aire”. Esta categoría de contaminantes agrupa a muchas sustancias con efectos diversos, que dependen del tiempo y la dosis de exposición a que está expuesta una persona o un grupo de ellas, también es posible que las concentraciones ambientales que alcanzan estos compuestos tóxicos, se limiten a causar efectos irritantes. Como ejemplos de contaminantes tóxicos, se pueden mencionar el benceno, el tolueno y el xileno, que forman parte de los compuestos orgánicos. También existe un cierto número de compuestos tóxicos gaseosos no orgánicos, como el amoniaco y el cloro, otros que son emitidos como parte de las partículas son los metales pesados como el plomo, el cromo y el cadmio.

 

Contaminantes biológicos

Los contaminantes biológicos son emitidos a partir de material vivo o en descomposición, por ejemplo, moho, esporas, partes de insectos, restos de piel humana o animal y plagas. Su presencia puede tener un impacto significativo en la calidad del aire, y también en interiores.

La Red Mexicana de Aerobiología (REMA) operada por el Centro de Ciencias de la Atmósfera – UNAM determina y cuantifica de manera continua la presencia de los granos de polen dispersos en la atmósfera tanto de la Ciudad de México, como de los diversos estados que conforman la República Mexicana. El muestreo de la microbiota del aire de la Ciudad de México se inició en 2008 con dos estaciones de monitoreo localizadas en diferentes áreas, basándonos en la diferencia de vegetación y de  microclimas presentes en la ciudad. En 2009 se integró una tercera estación y en 2010 se colocó una estación más, con el fin de cubrir las zonas centro, sur, poniente y oriente de la ciudad. Los datos generados por la REMA permiten informar a la población en tiempo real y a través de diversos medios de comunicación, sobre las concentraciones atmosféricas de los diferentes alérgenos polínicos, cuantificar riesgos para la salud y los ecosistemas, así como a lo largo del tiempo (>10 años), obtener bases de datos suficientes para estimar los posibles efectos del cambio climático sobre la vegetación.