La ceniza varía en apariencia, dependiendo del tipo de volcán y de la forma de erupción. Así, su color va de un tono gris claro hasta el negro, y puede variar en tamaño: desde arenilla hasta polvo fino como talco.

Por ello, lo más importante es que tomes medidas para protegerte de la ceniza:

  • Evita hacer actividades al aire libre.
  • Protege tus ojos, nariz y boca, si tienes la necesidad de salir a la intemperie.
  • Cierra puertas y ventanas.
  • Sella con trapos húmedos las rendijas y las ventilas, para limitar la entrada de ceniza a casas y edificios.
  • Sacude la ceniza con plumeros para que no se rayen las superficies.
  • Tapa tinacos y otros depósitos para que no se contaminen.
  • Cubre aparatos, equipos y automóviles para que no se deterioren ni rayen.
  • Evita conducir el automóvil, ya que la ceniza reduce la visibilidad y vuelve el pavimento resbaladizo.
  • Recomienda a niñas, niños, así como a personas adultas mayores y con enfermedades respiratorias que eviten el contacto con la ceniza.
  • Si tienes mascotas, vigila que el agua y los alimentos que consumen no se contaminen.

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