Si se recuerda que el calor corporal de 37° permite sobrevivir a los humanos de manera cómoda y sana, las variaciones por encima o por debajo de ésta provocan enfermedades como hipotermia y congelamiento o en caso contrario hipertermia si la temperatura es excesiva.

El aire frío en el cuerpo reduce la resistencia de las personas a las infecciones virales y bacterianas, que en efecto, se combinan con la tendencia de que la gente permanezca por más tiempo en lugares cerrados durante el invierno, donde ellos se exponen a otros gérmenes, resultando más enfermedades en esta época del año.

Estar pendiente de la información sobre heladas y comunicados de las autoridades  Protección Civil, Secretaría de Salud, Secretaría de Educación, etc.) que se transmitan por los medios de comunicación.

Informar a las autoridades sobre la localización de personas más vulnerables (indigentes, niños, ancianos o enfermos, discapacitados, personas en zonas de pobreza extrema).

Procurar y fomentar, entre la familia y la comunidad, las medidas de autoprotección como:

  • Vestir con ropa gruesa y calzado cerrado (chamarra, abrigo, bufanda, guantes, etc.) cubriendo todo el cuerpo.
  • Comer frutas y verduras amarillas ricas en vitaminas A y C. Las frutas de temporada son las indicadas
  • Es importante tener cuidado con los sistemas de calentamiento para que no se respiren gases que provoquen la intoxicación de las personas.