La red de drenaje de  Ciudad de México, es solo una parte del complejo sistema hidrológico de la zona metropolitana del valle, ésta tiene sus orígenes en obras como el albarradón de Nezahualcóyotl, dique construido a petición de Moctezuma en 1449, para evitar que las aguas del lago inundaran Tenochtitlan, o el Tajo de Nochistongo concluido en 1781 que posteriormente se convertiría en el Gran Canal del Desagüe. Debido a las constantes inundaciones en 1954 se planteó una solución basada en túneles para desalojar el agua de lluvia que es el drenaje profundo de  CDMX inaugurado en 1975.

Sin embargo, el crecimiento poblacional, aunado a los cambios en la cuenca y otros múltiples factores, ha reducido la eficiencia en su funcionamiento, no solo del drenaje profundo, sino de todo el sistema hidrológico, lo que derivó en la construcción de túneles más y más grandes combinados con cuerpos de agua o lagunas de regulación, lo que nos recuerda la vocación lacustre de  CMDX.