Un tema que posiblemente en México no ha tenido mucha difusión es el de los glaciares mexicanos, y esto es preocupante porque están desapareciendo debido a las condiciones del cambio climático global, condicionamientos climáticos locales y variaciones climáticas como el fenómeno de El Niño y en el caso del volcán Popocatépetl por su actividad eruptiva, señaló el doctor Hugo Delgado, investigador titular C del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En México, de acuerdo con lo expuesto por el doctor Delgado, en el auditorio Tlayólotl del Instituto de Geofísica de la UNAM, sobre el inventario realizado por el Prof. José Luis Lorenzo en 1958, había glaciares ubicados en las tres montañas más altas del país: Citlaltépetl (Pico de Orizaba), Popocatépetl e Iztaccíhuatl, de los cuales hoy sólo quedan glaciares en el Citlaltépetl e Iztaccíhuatl ya que las masas de hielo que aún quedan en el Popocatépetl no cumplen con los criterios que definen un glaciar.

"Los glaciares son masas de hielo que poseen un régimen por medio del cual ganan o pierden masa. Para crecer, los glaciares deben tener condiciones climáticas favorables, suficiente precipitación y temperaturas bajas. En caso contrario, los glaciares retroceden", explicó el doctor Delgado.

Aunado a lo anterior enlistó algunas de las definiciones de glaciar dadas por distintos autores e instituciones y destacó que la más adecuada y la que se ajusta mejor a los estudios desarrollados es la del Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve (NSIDC, por sus siglas en inglés).

Según la NSIDC, un glaciar se define como un cuerpo que se origina a partir de nieve caída durante años, la cual se comprime y transforma para formar masas de hielo, engrosadas con un régimen de alimentación y adelgazándose con un régimen de pérdida. Adicionalmente, son masas de hielo que tienen movimiento. Se forman cuando la nieve se mantiene en un lugar el tiempo suficiente para transformarse en hielo. La alimentación tiene que ver con una precipitación sólida y la pérdida con la fusión natural cuando el cuerpo de hielo se mueve a altitudes menores donde existen temperaturas más altas.

Los glaciares son un gran indicador de las variaciones climáticas, tanto a nivel local y regional como global, ya que a través de ellos, según el Dr. Delgado, los investigadores pueden reconocer patrones del cambio climático, fluctuaciones del clima, así como la influencia que la actividad volcánica tiene sobre sus variaciones.

Durante la conferencia de "Los glaciares de México: pasado, presente y futuro", el doctor Delgado puntualizó en que se debe fortalecer y establecer colaboraciones nacionales e internacionales con universidades e instituciones del extranjero para fortalecer a la Glaciología del Instituto de Geofísica de la UNAM, área que se constituyó en 1958, pero que requiere mayor impulso, no obstante está ávida de talento joven y nuevo que tome la batuta en investigación y le dé continuidad a los estudios.

El doctor Hugo Delgado ha desarrollado trabajos de Glaciología en el Instituto de Geografía, de 1983 a 1984, y, desde 1985, es el corresponsal mexicano del Servicio Mundial de Monitoreo de Glaciares de la Asociación Internacional de Ciencias Hidrológicas de la UNESCO.

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