La madrugada del 3 de diciembre de 1984 una nube tóxica invadió la ciudad de Bhopal, estado de Madhya Pradesh, India. La fábrica de plaguicidas de la empresa estadunidense Union Carbide dejó escapar isocianato de metilo (MIC), gas sumamente tóxico que se emplea para fabricar insecticidas. El accidente se produjo debido a un aumento de presión en el tanque de almacenamiento, que hizo se abriera la válvula de seguridad y lo liberara a la atmósfera. Los sistemas de seguridad de la planta, como el lavador de gases y la torre de quemado, no funcionaron para evitar la tragedia.

Hubo más de 7000 muertos, mucha gente estaba durmiendo a esa hora y no tuvo tiempo de escapar. También murieron centenares de animales domésticos, silvestres y de uso comercial, además se contaminaron los pozos de agua, que afectó a las familias que la bebieron.

El isocianato de metilo es una sustancia que se puede absorber por inhalación y a través de la piel; ataca a los sistemas respiratorio y circulatorio, con síntomas similares a los de un ataque de asma. La inhalación continua durante unos minutos provoca la muerte por quemadura química de los pulmones y tiene efectos mutagénicos. Muchas personas quedaron ciegas o sufrieron la destrucción del olfato, oído o tacto. Otras sucumbieron a efectos secundarios neurológicos, inmunológicos y cancerígenos. Mujeres en estado de gestación tuvieron abortos espontáneos, otras que dieron a luz en los meses siguientes, alumbraron hijos con malformaciones congénitas. Provocó también daños genéticos y hormonales en las personas.

Aún ahora, después de 35 años del accidente, la población sufre las graves secuelas: nacen niños con discapacidades físicas y psíquicas, ciegos y sordos. con enfermedades crónicas, problemas respiratorios, ceguera, cánceres y desórdenes hormonales.