Dos sismos ocurridos en países económica y geográficamente opuestos. Por un lado, un país altamente tecnificado y desarrollado como es Japón. En el otro extremo del globo terráqueo, la nación más pobre del continente americano, Haití.

El primero ocurrió en 1995, provocando grandes daños a la moderna infraestructura urbana y portuaria de Kobe. Cinco años después, en Las Antillas, un movimiento violento dejó inservible el 90% de las edificaciones en Puerto Príncipe.

El terremoto de Kobe, 1995

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Un sismo de magnitud 7.2 ocurrió cerca de Kobe, puerto japonés localizado a 500 km al suroeste de Tokio y a tan sólo 80 km de la ciudad de Kioto. Causó grandes afectaciones en la ciudad portuaria y áreas aledañas el 17 de enero de 1995. Se contabilizaron más de 6 mil muertes, 30 mil heridos, más de 150 mil viviendas destruidas por colapso o incendio y casi 200 billones de dólares en pérdidas materiales. Este evento fue un típico sismo intraplaca de poca profundidad (20 km), que generó grandes aceleraciones (aceleración máxima horizontal calculada de 833 gal y vertical de 507 gal, es decir 83% y 50% del valor de la gravedad terrestre, respectivamente).

El daño mayor se concentró en una franja de dos kilómetros de ancho por 30 km de largo, justo donde se concentraba su vital actividad administrativa, comercial, portuaria y de transporte. Se le asignó una intensidad máxima de 7 en la escala japonesa (equivalente a XI-XII en la Escala de Mercalli Modificada).

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Este sismo fue de gran impacto para el gobierno local y nacional, debido a que no estaban preparados para atender una catástrofe de tal magnitud. Casi siete meses después de dicho evento, el gobierno japonés aprobó un nuevo Plan Nacional de Desastres, que incluía medidas para una mejor respuesta de bomberos, policías y Fuerzas de Autodefensa (FAD); así como para garantizar los servicios básicos. Renovó las normativas para construcciones sismorresistentes y estableció un plan de cooperación de los municipios y gobiernos locales en caso de desastre.

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Hoy en día, Kobe luce renovada gracias a la solidaridad de una sociedad resiliente, pero también a una nueva cultura de prevención y colaboración que permitirá dar mejor respuesta a un nuevo embate de cualquier fenómeno.

Haití, 2010

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El 12 de enero de 2010, a las 16:53 (hora local de Haití), se registró un sismo de magnitud 7 (M), con epicentro 25 kilómetros (km) al oeste-suroeste de Puerto Príncipe y a una profundidad de 13 km. Se sintió con fuerza en Haití, República Dominicana, Islas Turcas y Caicos, Cuba, Jamaica, Puerto Rico, Tampa (Florida, Estados Unidos) y Caracas (Venezuela); la intensidad máxima reportada fue de VIII en la ciudad de Desarmes, Haití.

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El Palacio Nacional, sede del gobierno

De acuerdo con reportes gubernamentales, 316 mil personas perdieron la vida, 350 mil resultaron lesionadas y más de 1 millón 500 mil quedaron sin hogar. Los daños ocasionados por este sismo reafirmaron la necesidad de regular el uso del suelo y la administración urbana, además de establecer y respetar las normas de construcción. También evidenció la necesidad de contar con alianzas políticas y de cooperación que permitan reaccionar de manera pronta y eficaz ante situaciones de emergencia.

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La solidaridad internacional permitió mitigar los desastrosos efectos del sismo

Por el número de decesos, damnificados, los daños a la infraestructura, la falta de recursos y una incipiente cultura de prevención el gobierno no pudo contener ni dar respuesta a los efectos del evento; al momento se convirtió en una de las mayores crisis humanitarias que se han documentado. Hoy en día, los haitianos siguen sufriendo las secuelas de las pérdidas económicas que dejó este sismo y los daños a su infraestructura no han sido subsanados.

Los sismos pueden suceder en cualquier momento, no existe un periodo de ocurrencia frecuente como sucede con otros fenómenos, por ejemplo, los de origen hidrometeorológico y que anualmente se hacen presentes en la temporada de ciclones tropicales. Los sismos no se pueden predecir, por lo que siempre hay que estar preparados.         

Qué hacer antes, durante y después de un sismo

La frecuencia de los sismos en el país y la cantidad de zonas vulnerables exigen que se tomen medidas preventivas que puedan mitigar o reducir los efectos de estos fenómenos.

Los accidentes personales más comunes son consecuencia de:

  • Derrumbes parciales de edificios, que provocan caída de muros divisorios, cornisas, marquesinas, falsos plafones y unidades de iluminación
  • Caída de vidrios rotos de ventanas
  • Caída de libreros, muebles y otros enseres, en el interior de los inmuebles
  • Caída de cables de energía eléctrica
  • Actos humanos provocados por el pánico (por ejemplo salir corriendo a la calle y empujar a otros)
  • Una persona puede disminuir los peligros a que están expuestos ella y su familia, aprendiendo qué hacer en caso de sismo

ANTES

Prepárate

  • Conoce la unidad de Protección Civil o a las autoridades locales de tu comunidad
  • Identifica si la zona en la que vive puede ser afectada por movimientos sísmicos intensos
  • Ten a la mano radio de baterías, linterna y documentos personales (físicos o digitales)
  • Prepara tu plan familiar de protección civil
  • Organiza y participa en simulacros de evacuación
  • Identifica las zonas de seguridad en tu casa, escuela o lugar de trabajo
  • Revisa constantemente las instalaciones de gas y luz (mantenimiento preventivo)
  • Prepara tu mochila de emergencia
  • Procura que la edificación donde vives esté construida con base en un diseño que cumpla con el reglamento de construcción local
  • Revisa con regularidad si aparecen grietas en los muros y columnas de tu vivienda. En caso de que así suceda, identifica si es horizontal, vertical o inclinada, mide su longitud y trata de medir su ancho. Si es posible haz un croquis de tu vivienda, indicando claramente la ubicación de los elementos dañados. Tómales fotografías y entrega la información a las autoridades de Protección Civil de tu localidad

DURANTE

Actúa

  • Conserva la calma y ubícate en la zona de seguridad
  • Aléjate de objetos que puedan caer y de ventanas
  • Si te encuentras en tu automóvil estaciónate y aléjate de edificios altos, arboles de gran altura o postes
  • Si te encuentras en zonas costeras aléjate de la playa, ríos, arroyos, zonas pantanosas o lagunas y refúgiate en zonas altas (tsunami)

DESPUÉS

Revisa

  • Revisa tu casa después de un sismo
  • Utiliza el teléfono solo en caso de emergencia
  • No enciendas cerillos o velas hasta asegurarte que no hay fugas de gas
  • Mantente informado, NO propagues rumores y atiende las recomendaciones de las autoridades y Protección Civil de tu estado
  • Recuerda que se pueden presentar réplicas, por lo que es importante mantenerte alerta.
  • Consulta a la autoridad local sobre las medidas que se deberán seguir en los días posteriores al impacto del fenómeno

Referencias

Red Sísmica de Puerto Rico (2010). Informe Especial Terremoto de Haití (12 de enero de 2010)

http://redsismica.uprm.edu/Spanish/informacion/informes_especiales/Informe_Especial_Haiti_2010.pdf

United States Department of Commerce Technology Administration (1996). The January 17, 1995 Hyogoken-Nanbu (Kobe) Earthquake. NIST Special Publication 901.

https://www.govinfo.gov/content/pkg/GOVPUB-C13-41457216365bcb5b9a5dc4db97b98f76/pdf/GOVPUB-C13-41457216365bcb5b9a5dc4db97b98f76.pdf

Sato, J. M. y Kumagai, Y. (1995). Desastre de Hanshin-Awaji del 17 de enero de 1995: Consecuencias, Enseñanzas y Reconstrucción. Universidad de Tsukuba.

http://cidbimena.desastres.hn/pdf/spa/doc7742/doc7742-a.pdf