El gas natural es visto en la actualidad como una de las principales y más relevantes fuentes de energía, usada tanto para uso doméstico como para uso industrial o comercial, es un tipo de energía menos dañina para el medio ambiente, seguro, accesible en términos económicos y la única alternativa que, en la práctica, puede sustituir masivamente al carbón y a los petrolíferos en diversos usos.

Ahora bien, es sabido que la seguridad energética, se refiere por un lado, a la capacidad que se tiene como país para mantener un superávit energético que brinde la certidumbre de que las actividades productivas podrán seguir desarrollándose con continuidad y con insumos energéticos de calidad, y por otro, en el sentido de previsión.

También es conocido que, en la actualidad nuestro país es importador de este energético, por lo cual para incrementar la oferta de gas en el país se consideran dos opciones:

Importar más y explotar más rápido los yacimientos de la Nación. A partir de la reforma vamos a ver un crecimiento en ambas fuentes de oferta  del gas. Por un lado, estamos a días de que se comience a darse una mayor importación de gas estadounidense con la puesta en operación de los ductos de Ramones en su primera etapa. Por otro lado, la apertura para trabajar con la industria petrolera mundial, va a generar un incremento en la oferta de gas doméstico de todas las regiones.

Perspectivas para el mercado midstream de México y en particular el transporte de gas natural después de la reforma.

Actualmente, el sector midstream (transporte y almacenamiento) de la industria de los hidrocarburos en México, se considera en subdesarrollo, motivo por el cual la visión del mismo posterior a la reforma, es ya la de un área de oportunidad para nuevas inversiones.
Al momento, es notorio el interés de las empresas extranjeras en desarrollar proyectos principalmente en las áreas de exploración y producción, sin embargo el país requiere de una mayor cantidad y calidad en la infraestructura de transporte y almacenamiento de energéticos.

Estudios recientes sugieren que el segmento del midstream mexicano requerirá inversiones por más de 17 mil millones de dólares en los próximos cinco años.

Impacto que tendrá el mayor acceso al gas natural para el sector eléctrico y en el precio para  consumidores.

La Comisión Federal de Electricidad ha externado su interés por ampliar su capacidad de importación de gas natural para el otro año, ello con la inversión de más de 2, 000 millones de dólares se espera  la construcción de cinco gasoductos en la zona norte del país, con la finalidad de importar gas de Estados Unidos remplazando de esta forma el uso de los derivados del petróleo en la generación eléctrica.

Las proyecciones de la Secretaría de Energía señalan que la importación  de gas desde Estados Unidos, mediante ductos, se duplicarán en los próximos cinco años hasta alcanzar un volumen de 3.8 mil millones pies cúbicos día en el 2018.