Señora y señor Comisionado;

Estimados acompañantes y representantes de las víctimas;

Distinguida concurrencia;

Muy buenos días tengan todas y todos ustedes.

Nos presentamos ante ustedes, con el reconocimiento del impacto que los lamentables hechos de Iguala tuvieron sobre las víctimas, sus familias y comunidades.

Lo acontecido el 26 y 27 de septiembre fue verdaderamente atroz. Esto fue claro desde un inicio para las autoridades y para la sociedad mexicana; sin embargo, los detalles, implicaciones y ramificaciones de dicho impacto, se nos presentan hoy en su compleja y desoladora magnitud. 

El informe de impacto psicosocial “Yo solo quería que amaneciera” documenta, con gran precisión, lo que significa la desaparición de los jóvenes normalistas en las circunstancias en las que ocurrió. Refleja las consecuencias demoledoras del camino que ustedes se ven obligados a transitar, en la búsqueda incansable de sus hijos.

Este documento provee de información muy valiosa, a la que tenemos acceso, en buena medida, gracias al trabajo de las organizaciones que desde el principio los han acompañado.

Remontándonos a estos inicios, quisiera hacer un reconocimiento: los primeros acercamientos de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas hacia ustedes no fueron los idóneos. Sin embargo, la institución se ha fortalecido y, en este sentido, hoy las cosas son distintas. 

El Congreso de la Unión modificó hace ya más de un año, aspectos fundamentales de la Ley General de Víctimas que transformaron a la Comisión Ejecutiva. La institución cuenta ahora con autonomía operativa plena y con una dirección única, lo que ha eliminado las visiones opuestas que -en algún momento- se tuvieron en materia de atención a víctimas.

Como organismo coordinador del Sistema Nacional de Atención a Víctimas, la Comisión Ejecutiva tiene como única autoridad directa, al Presidente de la República. Su papel es articular los esfuerzos de diversas instituciones para garantizar las medidas a las que ustedes tienen derecho. Dicho de otra forma, lograr que las cosas se hagan: hacer hacer.

Fue con esta convicción que, desde el mes de febrero en que recibimos la propuesta de Declaración de Intención por parte de Fundar y el Centro Pro, hemos trabajado en encontrar coincidencias.

Por lo anterior, les presentamos a través de las organizaciones que las acompañan, una propuesta que involucra un sólido compromiso: el de realizar acciones para restablecer la relación de confianza con el Estado.

Sabemos que hay posturas que no son sencillas de conciliar y respetamos, como siempre, las de los padres y las madres. En este sentido, agradezco profundamente la confianza en la institución, manifestada en su más reciente escrito. Les garantizo que honraremos esa confianza y trabajaremos hasta encontrar los puntos que permitan concretar un acuerdo.

Por ello, y si ustedes nos lo permiten, convocaremos a todas las autoridades involucradas a sostener mesas de atención con víctimas y sus representantes para analizar las solicitudes que se tienen pendientes, y establecer la autoridad a quien compete resolverlas.

De igual modo, ponemos a su disposición todas las acciones que podemos realizar, en conjunto con diversas dependencias, en materia de salud. Ese es un tema prioritario, es su derecho y no implica renuncia alguna a sus legítimas demandas.

Como se ha realizado con algunas de las víctimas, quienes gracias a la coordinación interinstitucional han tenido atención médica del más alto nivel, podemos generar convenios específicos en materia de atención, de acuerdo con las necesidades particulares de cada caso.

Finalmente, deseo manifestarles que estaremos pendientes de la determinación que emita la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; asimismo, mantendremos la colaboración con el Mecanismo Especial de Seguimiento, con miras a fortalecer la atención integral a la que las víctimas tienen derecho.

Distinguidas madres y distinguidos padres:  

El mandato de la Comisión Ejecutiva, emanado de la sociedad civil y confirmado por el Senado de la República, no está sujeto a los periodos administrativos. La Comisión Ejecutiva puede ofrecerles articulación y continuidad, con la certeza de que trabajaremos sin ningún otro compromiso más que el de garantizar sus derechos.

Durante la noche del 26 de septiembre, los jóvenes estudiantes se mantuvieron unidos. Esta unión permanece entre ustedes, los padres y madres, que continúan acompañándose, en la solidaridad que solo puede tener quien sabe por lo que el otro está pasando.

Hoy quiero reiterarles, con total convicción, que el Estado mexicano tampoco los dejará solos.

Muchas gracias.