En ediciones anteriores, hablamos sobre la importancia de la superficie de rodadura para la seguridad vial, sin embargo, el pavimento sufre desgastes que pueden ser provocados por diversos motivos como: las condiciones meteorológicas, la sobre carga de los vehículos, la frecuencia del tránsito y el tiempo, por mencionar algunas.

 

Por ello, para CAPUFE es importante realizar mantenimientos continuos en los tramos operados, para que la capa de rodadura esté en las mejores condiciones posibles y tengas un viaje más seguro.

 

Para cumplir dicha tarea y de acuerdo al desgaste que sufra la superficie del pavimento, se realizan labores de bacheo, pero ¿qué es y en qué consiste?  

 

El bacheo es un proceso de mantenimiento que consiste en reparar, en un área limitada, los desperfectos en la superficie del pavimento en una carretera. Este tipo de trabajos se realiza para restaurar la calidad de la superficie y mejorar las condiciones de seguridad. Existen dos tipos principales de bacheo: profundo y superficial, cada uno diseñado para abordar diferentes niveles de deterioro en el pavimento.

 

Bacheo Profundo

Es un método de reparación en el que se remueve completamente la sección deteriorada del pavimento, incluyendo las capas inferiores a la superficie de rodadura. Una vez retirado el material defectuoso, se procede a rellenar con nuevas capas de material de acuerdo a la calidad requerida, mejorando así la estructura del pavimento desde sus capas inferiores.

 

Este tipo de bacheo se utiliza principalmente en áreas donde el deterioro es severo, afectando no solo la capa de rodadura sino también las capas inferiores del pavimento. Es común en zonas con alto tráfico de carga pesada, donde la fatiga del pavimento es más intensa. El bacheo profundo es esencial para corregir fallas estructurales mayores y prolongar la vida útil de la carretera.

 

Bacheo Superficial

Por su parte, el bacheo superficial, se enfoca en reparar daños menores que afectan únicamente la capa superior del pavimento. En este proceso, se limpia la superficie afectada, se eliminan los materiales sueltos y se aplica una nueva capa de material asfáltico para nivelar y restaurar la superficie.

 

El bacheo superficial es adecuado para el mantenimiento regular y preventivo, ideal para corregir daños menores antes de que se conviertan en problemas mayores. Este tipo de reparación es más rápido y menos costoso en comparación con el bacheo profundo, y se utiliza en áreas donde el daño no compromete la integridad estructural del pavimento.

 

Como podemos ver, la elección entre bacheo profundo y superficial depende de la magnitud del daño en la carretera, el tamaño del área afectada, la profundidad de los baches o roderas generadas por los vehículos. Estos son algunos de los factores clave al decidir qué tipo de bacheo realizar. Ambos métodos son cruciales para el mantenimiento vial, ya que no solo contribuyen a la conservación de la infraestructura, sino que también juegan un papel relevante en la seguridad de las personas usuarias.

 

Para finalizar, es importante recordarte que atiendas los señalamientos de obra, y que reduzcas la velocidad ante la presencia de personal laborando con el fin de evitar accidentes, recuerda que estas personas están trabajando para ofrecerte un mejor camino para transitar con seguridad.

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: Subdirección de Conservación de Infraestructura Carretera CAPUFE